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Douglas Stuart: Dos adolescentes gays defienden su amor

El ganador del Premio Booker 2020 vuelve con ‘Un lugar para Mungo’, una impactante historia de dos adolescentes homosexuales, donde afirma su condición de sólido narrador literario

Douglas Stuart.

Douglas Stuart. / L. O.

Francisco Millet Alcoba

Ganar el Premio Booker no está a la altura de cualquiera. Es un premio eminentemente literario, muy prestigioso y muy exigente. En su nómina de ganadores hay nombres como J.M. Coetzee, Julian Barnes, Ian McEwan o Margaret Atwood. El escocés Douglas Stuart lo ganó con su primera novela, ‘Historia de Shuggie Bain’, una historia estremecedora y bellamente escrita sobre el amor de un niño por salvar a su madre del alcoholismo, en un Glasgow hundido por las políticas de Margaret Thatcher y que no acepta a un niño sexualmente «distinto», como era Shuggie Bain.

Dos años despué, de ganar el Premio Booker, Stuart regresa con otro drama familiar, ‘Un lugar para Mungo’, ambientado también en la ruina económica de Glasgow después del devastador reinado de Margaret Thatcher. Mungo el protagonista, es un adolescente, el menor de tres hermanos, homosexual, con una madre alcohólica, un hermano mayor, líder de una banda de matones callejeros y una hermana, Jodie, que trata de cuidarle en ese mundo hostil. La estructura narrativa y su andamiaje es muy similar al de su primera novela, pero con una forma y un ritmo muy diferentes.

Es una historia dura, difícil de contar, lo delata la portada del libro con dos hombres besándose en la boca, una portada que, como la historia que relata, hará sentirse incómodo a algunos y no airearlo mientras viajan en metro o autobús.

Si ha leído su primera novela, el lector de ‘Un lugar para Mungo’ pensará que ya estuvo aquí antes. El escenario es el mismo Glasgow desesperado y violento de la era de Thatcher, donde protestantes y católicos se pelean brutal e implacablemente.

Douglas StuartDos adolescentes gays defienden su amor

Douglas StuartDos adolescentes gays defienden su amor. / L. O.

Douglas Stuart

Un lugar para Mungo

  • Editorial: Random House
  • Traducción: Francisco González López
  • Precio: 21,75€

También la familia de Mungo parece una réplica casi idéntica de la de Shuggie Bain: una madre, conocida como Mo-Maw, alcohólica, un hermano semi delincuente y una hermana protectora. Incluso. Mungo, es un retrato de aquel Shuggie, tímido y desnortado sin saber que hacer con su incipiente descubrimiento de su homosexualidad.

Podría pensarse que ‘Un lugar para Mungo’ trata solo de alargar aquel primer éxito literario. Pero su lectura disipa esta falsa impresión. Con ‘Un lugar para Mungo’ se constata la presencia de una nueva e importante voz en el mundo literario.

Si en su anterior novela era el personaje de la madre alcohólica sobre el que se construía todo el peso de la historia, aquí es el joven Mungo (nombre tomado del patrón de Glasgow) y su mundo de incertidumbres y amenazas, el que soporta el peso de la historia y lo hace con un elemento clave. El joven Mungo, protestante de 15 años, se enamora de James, un niño católico de la misma edad y ambos compartirán y defenderán su amor contra viento y marea.

Por ello los capítulos más sobresalientes de la novela relatan el incipiente romance de Mungo con su amigo católico, huérfano de madre, que cría palomas mensajeras. Uno es protestante, el otro católico, pero esa no es una marca de diferencia en su contra. Mungo y James, como adolescentes inexpertos, no tienen palabras, para expresar lo que son o lo que sienten, y con vacilante deleite, tratan de descubrir y expresar sus afectos.

Con ello la historia adquiere otra dimensión. Esta historia de dos adolescentes homosexuales de Glasgow atrapados en medio de diversas formas de prejuicio a principios de la década de 1990 es una maravillosa hazaña de narración, una mezcla de emoción tierna y violencia espeluznante que además y gracias a una prosa lírica y hermosa, encuentra rasgos humanidad incluso en las circunstancias más tensas.

Inmunes a la rivalidad religiosa entre católicos y protestantes, los dos adolescentes se enfrentarán a un mundo super masculinizado, con su hermano mayor Hamish empeñado en hacerle «un hombre» y su madre que, para corregirlo, lo manda de excursión con dos «machotes» depravados. Cuando los descubren, la relación de los chicos se vuelve peligrosa y en su historia de amor resuenan ecos de Romeo y Julieta o West Side Story. Una parte de la historia va camino de la tragedia; la otra es incertidumbre y misterio. Pero finalmente Douglas Stuart deja abierta una esperanzadora puerta hacia el futuro.

‘Un lugar para Mungo’ confirma el talento literario de un escritor como Douglas Stuart que, con una prosa fluida y muy lírica consigue emocionar con una historia que es la historia del mundo: la del amor luchando contra el odio.

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