Diario de lecturas

La eterna miseria detrás de los tebeos en España

La eterna miseria detrás de los tebeos en España

La eterna miseria detrás de los tebeos en España / La Opinión

José Luis G. Gómez

Los editores españoles parecen estar muy contentos porque las cuentas les salieron muy bien en 2022 y todo indica que van a mejorar aún más en 2023. Así que el gremio afronta la próxima edición de Liber, la gran feria del sector editorial, con una euforia inusitada. Pero esa alegría no es contagiosa. Los guionistas y dibujantes denuncian pagos ínfimos y unas pésimas condiciones laborales bajo el lema ‘Los cómics me quebraron’. Este movimiento de denuncia ha comenzado en Estados Unidos, con estrellas como Neil Gaiman a la cabeza, pero ya se está dejando sentir entre los autores nacionales, aunque con la timidez propia de un colectivo aún peor pagado y tratado aquí que en el extranjero. Nuestros tebeos se crean con más ilusión que dinero, según cuentan. Las historias de terror y miseria que rodean los estudios de dibujo patrios desde los días de la Editorial Bruguera no parecen cosa del pasado. Lo que cuesta entender es que si se venden tantos tebeos, porque parece que el negocio vuelve a funcionar, ¿por qué quienes los crean siguen a un paso de vivir de ilusiones? Quizá es que solo se venden mangas y tebeos de superhéroes, cuya superpoblación y éxito relegan al exilio a los demás. Y esto es una pena, porque en este país somos unos chapuzas lanzando cohetes, sirva de ejemplo el cachondeo con el Miura 1, pero siempre hemos sabido hacer muy buenos tebeos.