Poesía

Picasso: Un poeta que pintaba

Una monumental edición de Akal publica por primera vez en castellano todo el conjunto de textos poéticos del pintor bajo el título ‘Pablo Picasso. Escritos 1935-1959’

Una imagen de Pablo Picasso.

Una imagen de Pablo Picasso. / jose oliva / efe. málaga

Francisco Millet Alcoba

Los ‘Escritos’ reúnen el Cuaderno negro, Sueño y mentira de Franco, Cuaderno Royan, Cuaderno Pergamino, Poemas y litografías, Poemas del Mecanuscrito de Jaime Sabartés, Albúm de Françoise, Diarios manuscritos, Anotaciones manuscritas sobre el arte y los pintores, Frases y extractos aislados, Manuscritos y textos procedentes de la antigua colección de Dora Maar, así como las obras de teatroy el texto póstumo ya nombrados.  

Se trata, sin duda, de una edición imprescindible y necesaria para un buen entendimiento de Picasso como artista total y, como señalan al inicio las dos editoras de este volumen, Marie-Laure Bernadac y Christine Piot, un recorrido para «adentrarse en el corazón del proceso creativo de uno los mayores artistas del siglo XX».

Picasso escribía como pintaba, con total libertad, sin acogerse a reglas o estilos. Utilizaba soportes muy diversos. Lo hacía en papel de dibujo, papel de cartas, en trozos de periódicos y hasta en papel higiénico, lo primero que tenía a mano para que la idea que tenía en ese momento quedase plasmada y no se perdiese. También utilizaba todo tipo de instrumentos como lápices de colores, rotuladores, bolígrafo o plumillas y acompañaba muchos de esos textos con dibujos. Luego solía pasarlos a limpio a tinta china y en papel de Arches, el mismo que utilizaba para sus dibujos.

Ese escribir como pintaba le convierte en un escritor original y único. Sus textos alcanzan un surrealismo absoluto, más surrealista aun cuando al hacerlo no se atenía a regla de puntuación u ortográfica alguna. En sus miles y miles de páginas no existe una sola coma; su lectura se ajusta al ritmo de su respiración. Era una escritura espontánea, salida a borbotones. Esto hace difícil la compresión de algunos escritos: «la larga fila de silencios desliza la punta de su navaja entre los pliegues del cielo pintado imitando madera que rezuma los labios de la ventana chupan el caramelo».

Texto poético de Picasso

Texto poético de Picasso

Escribía indistintamente en lengua francesa -que utilizaba para sus textos más experimentales - y en español, combinando a veces las dos lenguas. Picasso sometía a la lengua a un desbarajuste total, burlándose de la coherencia que exige la sintaxis. Él lo tenía claro: «prefiero guiarme por una (norma) que responda a mi capricho, antes que someter mis palabras a unas reglas que no reconozco como propias». Su espontaneidad era absoluta, no se plegaba a limitaciones, manejaba el lenguaje con total libertad. 

Otra característica de estos poemas viene dada por la afición del pintor a los juegos de palabras, a trabajar con la lengua, convirtiendo, por ejemplo, unos ojos azules en ojos Gauloises, que es el color de las cajetillas de esa conocida marca de tabaco francés.

Y por supuesto, al igual que en su pintura, hay poemas que son auténticos collage ensamblados. Para ello combina elementos musicales, números, dibujos, dando así al texto una dimensión visual que amplía su belleza y su fascinación.

En sus temas está siempre presente la pintura y toda su gama sensorial: pinceles, caballetes, paletas y de colores y siempre España, evocada a cada momento a través de imágenes taurinas, de recuerdos infantiles, de las torrijas, de pueblos y tradiciones que evoca constantemente.   

Finalmente aparecen las dos obras de teatro que escribió Picasso: ‘El deseo de ser atrapado por la cola’ (’Le désir attrapé par la queue’) y ‘Las cuatro niñas’. La primera fue escrita en 1941, durante la ocupación alemana de Francia y se representó tres años después en la casa del matrimonio Leiris, con un elenco excepcional, siendo Albert Camus el director de escena e interpretada por Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Raymond Queneau y Dora Maar, en el reparto.

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