Fueron ellos. Así lo cree por unanimidad el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Málaga, que ayer consideró a José C. P., alias ´Parrato´, culpable de haber encargado el asesinato de sus dos hermanos a otro vecino del pueblo. La pena se fijará en la sentencia, aunque la Fiscalía pidió cincuenta años de cárcel para cada uno. El abogado del ejecutor reclamó que se imponga el tipo mínimo del asesinato (15 años), mientras que su colega propuso que los años de privación de libertad de su defendido se fijen en 22.

Éste solicitó además que se tenga en cuenta el atenuante de arrepentimiento espontáneo para su defendido, ya que, nada más ser detenido el 2 de marzo de 2008, confesó ante la Guardia Civil la autoría del crimen. El hecho es que este mismo argumento ha sido usado por el letrado durante la vista: alegó que su cliente había sido presionado para que expusiera los hechos; el autor del crimen fue más allá y afirmó que le habían amenazado con agredirle si no decía la verdad.

El único punto modificado ha sido el del hurto. La Fiscalía lo considera delito, mientras que el jurado lo ha calificado como falta. Consideran probado, por tanto, que el autor material de los crímenes robó la escopeta de caza a un tercero. Por este hecho, la fiscal reclama la imposición de sesenta días de multa con una cuota diaria de 25 euros.

También discutieron los abogados la responsabilidad que ambos deberán abonar a la hermana de los fallecidos (200.000 euros), una cifra que consideran excesiva.

Así pues, el jurado –formado por nueve personas– cree probado que José C. P., conociendo que si fallecían sus hermanos recibiría una sustanciosa herencia, "contactó con M. A. G. A., proponiéndole que matase a sus familiares, Juan y Francisco, a cambio de una cantidad de dinero que oscilaría entre los 48.000 y los 180.000 euros, que tendrían su origen en la herencia del primero, a lo que este último accedió".

M. A. G. A. sustrajo una escopeta de caza y, a las diez de la mañana del 2 de marzo de 2008, hizo en un olivar del paraje ´Rajaestaca´ un ensayo general, disparando dos tiros al aire. Según consta en la calificación fiscal, los dos hermanos trabajaban en la recogida de aceitunas a las 13.00 horas de ese día.

M. A. G. A. "se acercó a ellos hasta posicionarse a tres metros de los mismos, donde permaneció escondido unos instantes tras el vehículo de los hermanos".

"Los sorprendió desprevenidos, sentados en el suelo, comiendo, y, a una distancia aproximada de 1,5 metros, usando un arma de gran potencia, desde una posición superior al estar de pie, sin posibilidad alguna de reacción por parte de las víctimas y con ánimo de acabar con sus vidas, efectuó un primer disparo sobre la cabeza de Juan C. P. Un segundo impacto le alcanzó en el brazo derecho. A continuación, apuntó a Francisco C. P. y efectuó sobre él un disparo en el tórax, otro en la cabeza y, ya con éste tumbado, otro a su abdomen, causándole la muerte".