El general Bernardo de Gálvez está ganando en este comienzo de siglo la batalla contra el olvido. El estadista malagueño nacido en Macharaviaya en 1746 y fallecido con sólo 40 años siendo virrey de Nueva España (parte del actual México) está dispuesto a regresar al nuevo continente gracias a las gestiones de la Fundación Bernardo de Gálvez y Gallardo, que ayer presentó su programa de actividades en el salón de actos de Unicaja.

Según explicó el académico de San Telmo y miembro de la Fundación Manuel Olmedo, la institución malagueña quiere crear en la Ciudad de México «un albergue o centro juvenil que llevará el nombre de Bernardo de Gálvez y que dará cobijo a los chavos de la calle». El encargado de coordinar el proyecto será el canónigo de la Catedral de Málaga Francisco Aranda, informó el académico, que detalló que en el centro estos niños y jóvenes que viven en la calle podrán contar con «un desayuno caliente», juegos, aula de música, un campo de fútbol, ordenadores y también se les dará la oportunidad de realizar talleres con productos que luego puedan venderse en España como collares, bordados «o el chocolate El Virrey», apuntó Manuel Olmedo, un homenaje al militar y estadista malagueño.

La orden franciscana, de gran prestigio y raigambre en México, será la encargada de llevar este centro juvenil. «Además, Bernardo de Gálvez está enterrado en la iglesia franciscana de San Fernando», en Ciudad de México, recuerda el académico.

Con respecto a la financiación, la Fundación espera que colaboren la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga, así como el Ministerio de Asuntos Exteriores al menos hasta el 50% y que el resto salga de donativos de importantes fortunas de México, un país en el que Bernardo de Gálvez fue conocido sobre todo por sus importantes obras de beneficencia.

Además, la fundación malagueña tiene previsto entregar al rey Don Juan Carlos una pequeña escultura que representa a Bernardo de Gálvez que ha sido realizada por el escultor y también académico de San Telmo Jaime Pimentel.

Manuel Olmedo señala que se trata de un gesto de agradecimiento al monarca, «porque él ha sido el padre de todo lo que estamos haciendo ahora».

Esta parternidad real del reconocimiento a Gálvez data de 1976, cuando el recién elegido Rey de España regaló al pueblo americano, con motivo del bicentenario de la independencia de Estados Unidos una estatua ecuestre del general malagueño, obra de Juan de Ávalos, que todavía puede admirarse en Washington.

Bernardo de Gálvez está considerado un factor decisivo en la consecución de la independencia de Gran Bretaña de los rebeldes norteamericanos gracias a sus brillantes acciones militares contra los ingleses en el Mississipi y el envío de armas y municiones al general Washington y otros mandos.

El acuerdo de hace 227 años

Tan decisiva fue su participación que la fundación quiere dar un paso más recordando el compromiso alcanzado en 1783 por el Congreso de los Estados Unidos para colgar en la institución un cuadro de Bernardo de Gálvez.

Se trata de un documento localizado por Manuel Olmedo y otro investigador en el Archivo General de la Nación, de Estados Unidos. «Sería bonito que Su Majestad el Rey, cuando tenga que visitar Estados Unidos, les lleve el retrato», que será una fiel copia hecha por un experto madrileño del gran óleo que tiene una conocida familia malagueña. «Después de 227 años, Estados Unidos puede cumplir el acuerdo», destaca. Bernardo de Gálvez, de paso, también recuperaría su sitio en la Historia.