A río revuelto ganancia de pescadores. Las revueltas populares en Túnez y Egipto, dos países eminentemente turísticos, han hecho que turistas de diferentes nacionalidades miren a los destinos españoles buscando seguridad y tranquilidad. Esas dos características, precisamente, son las que reconocen los viajeros en la Costa del Sol, por lo que muchos de los que tenían pensado visitar las pirámides o disfrutar del país norteafricano en la próxima temporada alta han cambiado de opinión y realizan sus reservas en hoteles de la provincia, sobre todo en el caso del turismo inglés, el más amante de nuestro litoral históricamente.

Así lo reconoció ayer Sonia Tello, directora de Tui Hotelbeds, quien ve una relación directa entre las revueltas populares y las buenas perspectivas de la Costa del Sol. «Hemos pasado de no tener a registrar incrementos del 30 o del 40% en las reservas que se realizan online para la primavera y el verano», indica, al tiempo que reconoce que esos crecimientos están directamente relacionados con el mercado británico.

«Son crecimientos por encima de lo normal claramente relacionados con la crisis de Túnez, porque se iniciaron justo cuando ésta empezó», aclara.

Pero los operadores de otros países emisores también han reaccionado con rapidez: un operador francés ha desviado un vuelo que iba a Túnez hasta Málaga durante toda la temporada, y tres aviones repletos de finlandeses y uno de británicos que debían aterrizar por estas fechas en el país magrebí harán lo propio en la capital, lo que da una idea del dinamismo de las reservas digitales a lo largo de los últimos días. «Es positivo para la Costa del Sol», dice Tello.

¿Se animará el mercado alemán?

«Ya teníamos buenos pronósticos en relación a ese país, pero no están ligados necesariamente a las revueltas. Por otro lado, hay touroperadores rehaciendo planes de vuelo», aclara Tello.

El efecto contagio también es de la partida, ya que la mecha encendida en esos dos países amenaza con extenderse a la orilla árabe del Mediterráneo, especialmente a naciones como Marruecos, Jordania o Siria, sometidas a largas satrapías y décadas de corrupción.

No es tan optimista el presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), José Carlos Escribano, quien señala: «Históricamente, acontecimientos de este tipo han provocado desvíos de turistas a destinos que ofrecen seguridad, pero es imposible saber cómo afectarán los problemas de Túnez y Egipto a la Costa del Sol. No puedo cifrar el repunte, pero prefiero llenar hoteles cuando hay paz en esos países».

El vicepresidente de la Asociación Española de Agencias de Viajes (AEDAV), Joaquín Fernández Gamboa, indica que habrá repuntes del 2 o 3% en las próximas semanas, pero se muestra cauto en cuanto a las perspectivas a medio plazo. «Cuando ocurrió la crisis de Kosovo, nadie iba a los Balcanes, pero en esas zonas se practica un turismo cultural y nosotros ofrecemos sol y playa, no creo que haya un repunte más allá del que se dé esos días. Es coyuntural».

Lo cierto es que Asuntos Exteriores recomienda ya no viajar a esas zonas y actores turísticos de otros destinos españoles como la Comunidad Valenciana o Mallorca vaticinan crecimientos de hasta el 11% en las reservas.