El exalcalde de Marbella Julián Muñoz negó ayer haber recibido sobornos del principal imputado en el caso Malaya contra la corrupción, Juan Antonio Roca, al que desligó de la moción de censura de la que fue objeto en agosto de 2003, y dijo que lo destituyó por no acatar su autoridad.

Muñoz mantuvo en su declaración que el entonces presidente del Grupo Independiente Liberal (GIL) y anterior alcalde de la ciudad, Jesús Gil -ya fallecido- fue quien ideó la moción de censura y aseguró que Roca «no tuvo nada que ver» en ella.

No obstante, admitió que uno de los motivos del cese de Roca fue que sabía que estaba reunido con Gil -inhabilitado en 2002 por su condena en el caso Camisetas- y con «los señores de la moción de censura», entre los que citó a los exediles Isabel García Marcos y Carlos Fernández, este último fugado de la Justicia.

«Lo ceso porque se pasa la autoridad del alcalde por allí mismo cada vez que le llamo», manifestó Muñoz a preguntas del fiscal, y añadió: «El alcalde era yo», para justificar la destitución del exasesor urbanístico, que relacionó con la necesidad de imponer su autoridad.

La decisión de Muñoz de destituir a Roca, tomada el 1 de agosto de 2003, coincidió con la presentación de una moción de censura contra él que fue apoyada por ocho de los quince concejales de su partido, cinco ediles del PSOE, -dos abandonaron después por advertencias de su partido- y los tres del PA.

El exalcalde de Marbella indicó que Gil auspició la moción de censura porque él dejó de «obedecerle ciegamente» y porque supo que estaba negociando con la Junta sobre el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella sin su consentimiento y entonces «se rebela».

Iniciales. Muñoz, que se enfrenta a diez años de prisión en esta causa, declaró asimismo que «en ningún caso» recibió dinero de Juan Antonio Roca, e insistió en que las iniciales «JM» que figuran en las anotaciones de tres pagos por un total de 162.000 euros no corresponden a él.

A este respecto señaló que su nombre es Julián Felipe Muñoz Palomo y que el propio Roca apuntó que «JM» correspondía a Javier Manrique, jefe de campaña de Gil en las elecciones municipales de 2003.

Además, reiteró que él no negociaba ningún convenio, y admitió haber firmado cerca de seiscientos acuerdos, algunos incluso sobre los capós de los coches, sin habérselos leído, porque confiaba en que contaban con los informes técnicos y jurídicos favorables.

A preguntas de su defensa, el exalcalde manifestó que la Junta le pidió que desapareciera la sociedad municipal de Planeamiento, cuyo gerente era Roca, pero insistió en que la razón por la que le destituyó fue por que éste le echó «un pulso».

Durante su testimonio, Muñoz tuvo un gesto cómplice hacia Roca al afirmar que sabe «lo que es estar en la cárcel», en la que el presunto cerebro de la trama de corrupción lleva «seis años, mucha tela», a juicio del exalcalde.

Julián Muñoz, que cree que sigue siendo «de las personas más investigadas» del caso Malaya, aprovechó otro momento del juicio para felicitar al fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero por su nombramiento como fiscal jefe de Málaga.

El juicio del caso Malaya contra la corrupción, que comenzó en septiembre de 2010 y cuenta con 95 procesados, continuará el próximo lunes con la declaración de dos exediles de Marbella.