Construir el último tramo en superficie, atravesando la Alameda y el Parque hasta La Malagueta, obligará a reordenar la circulación de los 67.000 vehículos que diariamente circulan por ese entorno (Alameda-Parque y Paseo de los Curas-Muelle de Heredia), ya que tendrán menos carriles para su tránsito.

Éste es uno de los principales retos por resolver en la propuesta que la Consejería de Fomento presentó ayer al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para cambiar el diseño del último tramo del metro de la ciudad, amén de los aspectos técnicos del nuevo trazado. La Junta pretende construir en superficie los 2,1 kilómetros pendientes entre el Guadalmedina y La Malagueta, con idea de reducir los plazos y el coste de 115 millones de euros previsto para ese tramo soterrado.

La nueva propuesta de la Consejería de Fomento incluye ocupar toda la parte central de la Alameda para que circule el metro en superficie en un sistema tranviario, obligando a buscar una alternativa a los 33.660 vehículos diarios que transitan por esa vía. Su construcción incluye así eliminar los cinco carriles de circulación actuales de la parte central de la Alameda, que desplazaría el tráfico a los laterales, en competencia con las paradas de autobús.

Esta línea se mantiene en la continuación por la plaza de la Marina, donde el tráfico quedaría reducido al mínimo, y en el Parque, que perdería al menos tres de sus seis carriles de circulación.

Esta reducción del espacio para el vehículo privado y autobuses obligaría a desplazar parte de la circulación al eje del Paseo de los Curas-Muelle de Heredia, que ahora soporta el paso de otros 33.870 vehículos de media al día y que vería incrementada la afluencia de tráfico.

Plazos y extensión. El viceconsejero de Fomento, José Antonio García Cebrián, que presentó ayer la propuesta de continuar el metro en superficie al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, defendió esta alternativa ya que permitiría continuar el proyecto hasta El Palo aprovechando la misma inversión que necesitaría para hacer el tramo soterrado sólo hasta La Malagueta.

García Cebrián defendió que a finales de 2013 abrirán las líneas 1 y 2 con llegada a la parada de El Perchel (estación de Renfe) y a finales de 2014 se pondría en servicio hasta la parada del Guadalmedina. Sin embargo, si se opta por el trazado en superficie se llegaría hasta La Malagueta a finales de 2015 y a El Palo a finales de 2016, ya que las obras serían mucho más sencillas de ejecutar y baratas que la construcción del túnel. García Cebrián defendió que extender el metro hasta El Palo en superficie permitiría pasar de los «17 a 19 millones de viajeros al año previstos hasta La Malagueta, a recibir entre 23 y 25 millones».

Según el viceconsejero de Fomento, continuar el proyecto del metro en superficie es «la mejor solución para la ciudad y para la prestación del servicio», ya que asegura el cumplimiento de los plazos y en el volumen de recursos económicos.

Así, defendió que con los mismos recursos económicos se puede no sólo llegar a La Malagueta, sino «aportar una mayor prestación de servicios y llegar hasta El Palo». «Es la mejor opción para la ciudad -subrayó-, ya que permitiría que la Alameda Principal y que el entorno de la plaza de la Marina se convirtieran en el espacio peatonal».

Desacuerdo. «No me han convencido. Han planteado un documento muy primario de información, a una escala muy pequeña y en un folio está la línea del metro entera, no tiene detalles. Está en un trazo muy inicial», aseguró ayer el alcalde de Málaga tras conocer la propuesta de la Consejería de Fomento de construir el último tramo del metro (Guadalmedina-Malagueta) en superficie. No hubo buena sintonía en la primera reunión para tratar este cambio del proyecto y De la Torre lamentó la falta de definición de la propuesta, aunque aceptó nuevas reuniones para ahondar en la idea.

Uno de los aspectos que despierta más dudas en el Ayuntamiento es la reordenación del tráfico a que obligaría construir un tranvía. Además, se tendría que renunciar a la posibilidad de extender el Cercanías a la plaza de la Marina, aprovechando el túnel del metro. «Será muy difícil que nos puedan convencer», afirmó De la Torre, quien insistió en que el proyecto del metro soterrado está acordado y desde hace 10 años y con el proyecto hecho.