Treinta locales del Centro Histórico están señalados como causantes de ruido ambiental por poner música o televisiones en la terraza sin contar con autorización municipal, además de no tener aislado acústicamente su local. La concejala de Medio Ambiente, Ana Navarro, explicó que han remitido un escrito a estos negocios para que eliminen el ruido, con la advertencia de que harán inspecciones sorpresa a estos establecimientos una vez que pase la Navidad.

Este problema se ha originado al amparo de una laguna legal ocasionada en agosto de 2011 con la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que permitía habilitar un hilo musical con un nivel de emisión de ruido inferior a los 90 decibelios. A raíz de este permiso, la concejala de Medio Ambiente reconoció que se han localizado locales que han aprovechado esta vía para convertir su local «en un bar con música, cuando lo único que se le permitía era música ambiental».

Las quejas vecinales y de la Asociación de Bares con Música han puesto sobre aviso al Ayuntamiento de Málaga, que ha enviado un escrito en el que asegura que el área de Medio Ambiente «va a ser muy estricta en el cumplimiento de dichos preceptos, procediendo a comprobaciones in situ tanto de las instalaciones del establecimiento como de los niveles de sonido emitidos por éste».

Navarro reconoció que se dejará que pase la Navidad para que estos negocios corrijan esta situación. Tras esta festividad, ya ha anunciado que técnicos del área acudirán a los establecimientos acompañados de la Policía Local para realizar mediciones que determinen el nivel de contaminación acústica que generan.

«Si se mantiene el incumplimiento se iniciarán expedientes sancionadores», explicó Ana Navarro, quien apuntó que en los casos más graves la multa podrá superar los 6.000 euros y podría derivar en el cierre del local si hay una reiteración de la falta.

Límites e incumplimientos. El PGOU que entró en vigor en Málaga en agosto de 2011 abrió la puerta a que cualquier local pudiera tener una ambientación musical leve, con una emisión que no superase los 90 decibelios, cifra que un decreto de la Junta de Andalucía rebajó a 80 decibelios el pasado mes de marzo. La idea era autorizar el uso de un hilo musical, sin embargo ha dado lugar a que una serie de locales planteen una competencia desleal a los bares autorizados para poner música e incrementen la contaminación acústica en su entorno.

La concejala de Medio Ambiente destacó que los locales sin autorización para música no pueden tener a una persona dedicada a pinchar música, organizar bailes, utilizar la música como reclamo o poner equipos de reproducción y televisores en las terrazas.

La treintena de infractores detectados por el Ayuntamiento son locales hosteleros del Centro, aunque también se incluye un gimnasio. Navarro recalcó que la falta de definición del permiso a ambiente musical se resolverá en la próxima reforma de la ordenanza de ruido, que está elaborándose. Además, aclaró que sólo se autoriza el hilo musical o algún servicio similar por internet como Spotify, con un estricto control del volumen de la música.