Dos meses después de que se pusiera en marcha el nuevo sistema tarifario de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) que supone que la factura por hogar saldrá del consumo individual de cada persona, los recibos han comenzado a llegar y lo que en principio fue una crítica del PSOE y de IU arguyendo que la nueva tarifa supondría una subida para todos los hogares de una o dos personas, ahora se ha convertido en toda una ofensiva, especialmente del PSOE, que ayer anunció el inicio de una «batalla» contra el incremento «injusto del agua» con una campaña para recabar apoyo en contra de estas subidas «que afectan a la mayoría de la población y conseguir su derogación».

La portavoz socialista, María Gámez, afirmó que el Ayuntamiento «nos engañó cuando aseguró en cartas enviadas a los usuarios que las nuevas tarifas beneficiarán a más del 75 por ciento de la ciudadanía. Según Emasa, las nueva tarifas supondrían una subida mínima de un 0,3% para los hogares con tres personas».

Emasa aseguró entonces que un 20% de hogares, formados por tres personas, mantendrían el mismo precio medio, mientras que el 25% de los hogares, integrados por una o dos personas, verían que sus recibos podían subir hasta un 20,6% más.

Por contra, para demostrar que «el Ayuntamiento nos engañó», Gámez tiró de estadística y puso sobre la mesa los últimos datos del censo de población de Málaga para asegurar que la subida del recibo del agua ha afectado al 72,1 por ciento de los hogares, es decir, aquellos que engloban a las viviendas con uno, dos y tres habitantes en la capital. A menos habitantes, mayor tarifa. Y a tenor de los datos facilitados por los socialistas, en esos hogares vive el 53 por ciento de la ciudadanía.

Era «un «engaño» cuando Emasa dijo que el recibo iba a bajar para la mayoría, acusó Gámez; por el contrario, como demuestra que el 28,30 por ciento de los hogares estén formados por dos personas, el 22,66 sean unipersonales y el 11,2 tengan tres miembros, lo que se traduce en subidas del 11,2 por ciento, 17,9 por ciento y de un 0,3 por ciento respectivamente en los recibos que están empezando a recibir en estos días los malagueños.

Minutos después el alcalde, Francisco de la Torre ,volvió a defender el nuevo sistema tarifario asegurando que «es mucho más justo que el anterior, puesto que va en relación con los habitantes». A su juicio, «hay un consenso social muy claro a favor», aunque «políticamente se le quiera buscar tres pies al gato».

De la Torre explicó que con el anterior sistema «familias con pocos ingresos y muchos miembros -a partir de tres- estaban financiando el agua de otras que tuvieran más renta y menos componentes». «Con eso el PSOE no se quejaba y, sin embargo, le escandaliza que hagamos un sistema justo», concluyó el alcalde.