El Auditorio de Málaga no está sentenciado y tiene esperanzas de resurgir de unas cenizas que parecían definitivas. El ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, mantiene su apuesta por que esta infraestructura pueda construirse en la explanada de San Andrés, del puerto, a pesar de la disolución del Consorcio, integrado por representantes de los ministerios de Fomento y Cultura, en representación del Ejecutivo central; la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga.

El Gobierno lo incluyó en la lista de 56 entidades a eliminar dentro del plan de racionalización de la administración pública. Sin embargo, según Wert, que ayer visitó Málaga para participar en un almuerzo organizado por el Círculo Mercantil en un céntrico restaurante de la capital, la inexistencia del Consorcio no implica que tenga que abandonarse el proyecto, pese a que desde junio no se ha producido ninguna reunión. «Es un proyecto a retomar», dijo brevemente el responsable de la cartera de Cultura.

En el momento de su disolución, el Consorcio trabajaba en la búsqueda de un modelo de financiación público-privada que permitiese poner en marcha el proyecto sin que computase como deuda pública. Su eliminación parecía dejar en el limbo este proyecto, que ayer Wert, sin embargo, se encargó de rescatar.

Del mismo modo, el ministro, y a preguntas de los periodistas, volvió a insistir en que el Museo de Bellas Artes de Málaga podría abrir sus puertas el próximo año 2015, fecha que ya había sido anunciada recientemente.

José Ignacio Wert explicó que las obras en la Aduana han concluido y que el Ministerio dispone de una asignación de los Presupuestos Generales del Estado de 4 millones de euros para llevar a cabo la «musealización» del recinto y pueda entrar en funcionamiento en el plazo previsto. «En 2015 abrirá con toda certeza», se comprometió.

El ministro de Educación, Cultura y Deportes, según sus palabras, atendió la invitación del Círculo Mercantil para dar a conocer algunos detalles de la reforma educativa que abandera. La LOMCE, a pesar de que ha superado todos los trámites parlamentarios y comenzará a entrar en vigor a partir del próximo curso, sigue siendo rechazada por un amplio sector de la comunidad educativa. Allá donde va el ministro, se producen manifestaciones exigiendo su dimisión. Málaga no fue menos.

La visita de Wert estuvo aliñada por las protestas de más de un centenar de estudiantes y miembros de Marea Verde, que se cocentraron en la plaza del Siglo junto al restaurante donde el ministro almorzaba y departía. Los manifestantes, que portaban pancartas y megáfonos, coreaban gritos contra la LOMCE y el titular de Educación. Sobre las 16.25 horas, el ministro abandonó el restaurante escoltado por un fuerte dispositivo de la Policía Nacional en un coche que estacionó en la puerta del establecimiento, de la misma forma como había llegado a las 13.15 horas. La protesta de los estudiantes, que a esa hora se incrementó notablemente, despidió entre insultos a Wert y con lemas a favor de una universidad pública y de calidad de la enseñanza.