Daniel Montesinos, presidente de la asociación de vecinos de La Concepción, se muestra muy crítico con el Ayuntamiento. «Esto lo compró en 2000 y no ha habido partidas para arreglarlo», explica mientras camina por el parque periurbano de La Virreina, que comienza al pie del caserón de la Virreina y que incluye un tramo del arroyo de La Palma.

Más de una vez La Opinión ha sacado a relucir la falta de atención en la zona, convertida en una escombrera. Sin embargo, en esta ocasión Daniel Montesinos reconoce que el Ayuntamiento «ha hecho cosas» y ha limpiado la zona, pero también recuerda que los carriles del parque periurbano no están preparados para combatir el fuego.

«El verano pasado tuvimos aquí dos incendios seguidos y los bomberos no pudieron pasar porque los carriles están abandonados», cuenta el presidente vecinal, que muestra varios carriles, algunos en muy mal estado. «Los carriles deben tener una máquina y cada 100 metros hacer una redonda para que puedan entrar los camiones», estima.

Al mal estado de los carriles se suma otro problema que ya denunció este vecino en junio del año pasado en este diario: hay canales para el agua de lluvia que continúan cegados. «Aquí hay dos barrancos y el agua viene para abajo, los canales tienen que estar limpios». Daniel Montesinos también aprovecha para criticar que se realizan extracciones de tierra en el parque, «cuando está prohibido» y pide más control al Consistorio.

A su juicio, el Ayuntamiento debe atender más este parque periurbano y dedicarle, como mínimo, la misma atención que le dedicará al Campamento Benítez.

El dirigente vecinal aprovecha para pedir que se haga una carretera que conecte la vecina perrera con el jardín botánico de La Concepción. «Por pedir...», aventura.

Con respecto al reportaje de junio de 2013, Daniel Montesinos también resalta que el Ayuntamiento ha limpiado un solar con matojos de gran altura que daba a la calle Alejandro Pushkin, algo que reclamaba la asociación de vecinos, así como retirado la basura de unos parterres próximos al río Guadalmedina.

Pero debemos seguir hablando del río porque el presidente vecinal aprovecha para pedir que se limpie y adecente, «para que quede como el tramo del río que hay abajo». Para Daniel Montesinos, la solución pasaría por arreglar el cauce «y echarle cemento como abajo», pues esta zona de Málaga está tan consolidada desde el punto de vista urbanístico como del puente de la Aurora hacia la desembocadura.

Aguas fecales

Por último, un problema que nunca se ha desterrado del todo de La Virreina Alta son los vertidos de aguas fecales al río Guadalmedina. En 2009, el concejal no adscrito Antonio Serrano encargó el análisis de uno de los vertidos al Colegio de Farmacéuticos, que informaba de «una alta contaminación bacteriana».

Como destaca Daniel Montesinos, aunque dos de los vertidos han sido eliminados, «desde hace un año y medio o dos años» hay un nuevo vertido a pocos metros del puente del Conservatorio. «Se ve cómo las aguas están negras y cómo son aguas fecales porque huele desde aquí».