La tenencia de un simple cangrejo rojo o la presencia de chumberas en el campo pueden suponer un peligro para la flora y la fauna autóctona. Quizá no a corto plazo, pero la aparición de especies extrañas en un ecosistema distinto al suyo es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. Su introducción puede ocasionar también graves perjuicios a la economía, especialmente a la producción agrícola, ganadera y forestal, e incluso a la salud pública.

En España, donde el Gobierno considera que hay 186 de las llamadas especies exóticas invasoras, los daños causados han supuesto ya más de 60 millones de euros. En Málaga, el clima y la población turística y extranjera residente son las principales causas de acceso de estos animales. «Los extranjeros traen especies de otros ecosistemas y estos se propagan en nuestro país», explica el responsable estatal de conservación de especies de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Hernández.

El cambio climático ha provocado también cambios en la fauna con la llegada de animales característicos del norte de África como buitres, águilas, gusardos o el ratonero común. «Estamos empezando a tener constancia de mapaches en la zona, ya hemos encontrado cuatro», cuenta el jefe de servicios de Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente en Málaga, Manuel Romero.

Según Hernández, animales como la cotorra argentina, que se propaga desde hace diez años por la provincia, se empezaron a utilizar como domésticos y hoy invaden las zonas ajardinadas de la región. Además, puede afectar a humanos por las molestias en el medio urbano y transmitir enfermedades a través de sus excrementos, como las palomas.

«En Málaga la propagación de la cotorra argentina tiene su origen en personas a las que se les ha escapado o simplemente los suelta, por lo que hay que concienciar a las personas que adquieren este tipo de animales del peligro que supone soltarlos», cuenta el biólogo y cofundador del Aula del Mar, Juan Jesús Martín. Otros tipos de cotorra como la de kramer está provocando daños en los cultivos frutales de la zona. «Encontramos algunos ejemplares en el litoral y ya ha llegado a Riogordo, incluso han sido vistos ya en Antequera», dice Romero.

En los últimos años han proliferado los lugares de crianza de animales exóticos para su posterior venta como el visón americano, criado en granjas, y que se expande por el territorio malagueño fruto de escapes, compitiendo con los autóctonos. La venta en España se ha visto incrementada debido a los programas de televisión sobre estas especies: «La emisión de programas de televisión sobre animales exóticos está provocando una falsa sensación de seguridad en manejar animales peligrosos. Algunos de estos terminan siendo abandonados o se escapan y con el tiempo pueden llegar a considerarse una especie invasora», expone Hernández.

Los animales exóticos son considerados invasores cuando suponen un peligro por «la resistencia y vitalidad tan grande que tienen» en comparación con la autóctona, cuenta el jefe de servicios de Biodiversidad. Entonces sólo queda una solución: la exterminación. Para evitar que animales como la cotorra argentina ponga en peligro de extinción a la especie nativa, la Junta de Andalucía tiene un servicio propio -Programa Andaluz para el Control de las Especies Exóticas Invasoras- para vigilar su propagación y erradicarlos de la zona si es necesario.

El proyecto, puesto en marcha hace unos cinco años, se encuentra en «fase inicial». Se trata de un proyecto a nivel nacional ejecutado por las comunidades autónomas y coordinado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para poner en marcha una red estatal y conocer los problemas con las especies invasoras.

«Estamos intentando unir a todos los estamentos implicados de la Junta (Medio Ambiente y Hacienda, entre otras) ya que el programa supone una importante inversión económica para que el programa funcione de manera eficaz. Un ejemplo claro es el mejillón cebra, en el que Estados Unidos está invirtiendo muchos millones para poder erradicarlo de sus costas», explica Romero.

Flora

En cuanto a la vegetación, existen catorce especies exóticas invasoras en Málaga que van desde algas hasta acacias, presentes en los bosques de Marbella, debido en gran medida a los muchos jardines que hay. «Las plantas entran por los jardines de urbanizaciones costeras donde se siembran y se propagan las semillas», cuenta el biólogo del Aula del Mar.

Entre las plantas más presentes se encuentra la pennicetum setaceum (conocido como plumero o rabogato). Esta especie, introducida habitualmente como ornamental, es una de las de mayor potencial invasor a nivel mundial para el Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG).

Según Miguel Ángel Hernández, «habitualmente son especies que estamos acostumbrados a ver, como el ailanto, un árbol presente en los Montes de Málaga y en el Torcal de Antequera, y que se ve en las carreteras y paseos de nuestros pueblos pero que en el interior de los parques naturales y en nuestros montes compite exitosamente contra los alisos, olmos y fresnos que deberían formar la vegetación natural de riberas de arroyos y ríos.»

La flora es más difícil de erradicar que la fauna, cuenta Romero: «Tienen mayor incidencia y mayor capacidad de agarre. Además, las plantas no se pueden eliminar en primavera, ya que en este periodo existe el problema de que al cortar se extiendan las semillas por la zona», dice.

Para la supervisión del medio marino, el Programa Andaluz para el Control de las Especies Exóticas Invasoras tiene en Málaga un equipo de buzo que supervisa las cuatro especies de algas exóticas invasoras que existen en las playas malagueñas.

Especie exótica, invasora y con potencial invasor

Según el Real Decreto que regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, una especie exótica o alóctona es la que se refiere a «especies y subespecies, incluyendo sus partes, gametos, semillas, huevos o propágulos que pudieran sobrevivir o reproducirse, introducidos fuera de su área de distribución natural y de su área potencial de dispersión, que no hubiera podido ocupar sin la introducción directa o indirecta, o sin el cuidado del hombre».

La especie exótica invasora es aquella que «se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural, y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética».

Por último, la especie exótica con potencial invasor «podría convertirse en invasora en España, y en especial aquella que ha demostrado ese carácter en otros países o regiones de condiciones ecológicas semejantes a las de España».

@alvaros_a