Los arrecifes artificiales se han consolidado como un arma eficaz para combatir la pesca ilegal de arrastre, recuperar especies en peligro de extinción, pero también en algunas zonas de España como reclamo para atraer a submarinistas. En esta línea, el Ayuntamiento de Almuñécar planteó hace unas semanas la posibilidad de hundir barcos de madera en la bahía de La Herradura, a unos 200 metros de la orilla, con el fin de beneficiar a la flora y fauna marina e incrementar el turismo en la zona a través de la práctica del buceo, con el consiguiente impacto económico en hoteles, restaurantes y comercios. Esta propuesta requiere la autorización de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y que toma como referente las experiencias de la isla de El Hierro, que sustenta su economía en el buceo destinado a la visita de los arrecifes, y las Islas Medas, en Girona, que reciben más de 200.000 visitas al año. En Los Cayos de Florida, donde reposa el barco hundido más grande del mundo, el Spiegel Grove, se usa esta práctica desde hace 30 años.