El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se convirtió ayer en el candidato oficial del PP en un acto multitudinario que sirvió de clausura al conciliábulo local de la formación y que dejó entrever las líneas maestras sobre las que descansará su campaña para las próximas elecciones municipales, en las que a buen seguro, y con independencia de las cartas de la oposición, se hablará de la oferta cultural y de un propósito que parece que será entonado como la nueva divisa social y argumental de los populares: la necesidad, expresada por De la Torre, de hacer partícipe al conjunto de los malagueños del progreso de la ciudad y de que nadie, con independencia de las adversidades económicas, «se quede atrás».

Arropado por colectivos afines y por la dirección autonómica y provincial del partido, el alcalde, que pasó del carraspeo y la ronquera de inicio a una especie de euforia tonal, quiso sacar lustre a las nuevas incorporaciones museísticas, el Pompidou y el Museo Ruso, que todo indica que formarán parte privilegiada de la ofensiva preparada por el PP con el objetivo de seguir cuatro años al frente del Consistorio. A juzgar por lo expresado ayer, De la Torre, y con él el conjunto del partido, explotará contra viento y marea el eco de las recientes inauguraciones, que, de momento, ya dan a sus dirigentes motivos para sacar pecho y coronar la imagen de transformación a la que pretenden asociar la evolución de los últimos años de la ciudad.

En sus discursos, tanto Elías Bendodo como el regidor, insistieron en que las nuevas infraestructuras eleva el estatus cultural de Málaga -la nueva capital del sector en el sur del Mediterráneo, llegó a decir el dirigente provincial del partido-, hasta el punto de ser enunciada reiteradamente por ambos como la tercera ciudad del país en espacios y referencias. De la Torre, en este sentido, fue a más, prometiendo que el municipio será el primero de España en cuanto a crecimiento, iniciativa empresarial e igualdad social.

Frente a una Palacio de Ferias y Congresos abarrotado, con más de 1.500 personas, De la Torre ensalzó los éxitos económicos de su gestión. Sobre todo, en la concerniente a la moderación del IBI, el pago a proveedores -cifrado en una media de 19 días- y el equilibrio entre gastos e ingresos. También destacó los avances en participación y en materia tecnológica, que, en su opinión, han convertido a Málaga en una localidad puntera y de vanguardia, casi sin parangón, dijo, en Europa e, incluso, en Estados Unidos. «Queremos competir con los más poderosos», dijo.

Entre los proyectos pendientes, el regidor aludió a la apertura del Museo de Bellas Artes, previsto en el Palacio de la Aduana, el parque en los terrenos de las antiguas torres de Repsol, la intervención en los márgenes del río Guadalmedina y la reconstrucción del Convento de San Andrés y del Acueducto de San Telmo. En caso de ser ratificado por las urnas, De la Torre aspira a que la ciudad sea convertida en capital verde europea.

El ya candidato del PP, que en diciembre cumplirá 73 años, quiso adelantarse a sus adversarios e introducir en la agenda de la precampaña la difícil ecuación de la igualdad social. «Este debe ser el telón de fondo de nuestra acción política, de modo que consigamos el máximo bienestar de los ciudadanos», puntualizó. De la Torre, tuvo palabras para los jóvenes y para los mayores, a los que instó a seguir sintiéndose «protagonistas». Además, mencionó el esfuerzo que a su entender ha realizado el Ayuntamiento en áreas que, pese a su importancia, no forman parte estrictamente del abanico de competencias municipales: empleo, educación y sanidad. «Estaremos ahí sea o no nuestra obligación jurídicamente porque es nuestra obligación ética nos sale del corazón», precisó.

Al inicio de su intervención, precedida por las intervenciones de Elías Bendodo y Juanma Moreno, líder autonómico de los populares, el alcalde pasó revista uno a uno a los once distritos de la capital, a los que prometió seguir trabajando en una estrategia basada en la extensión del modelo urbanístico del centro. En este punto, puso como ejemplo la revitalización artística y social de Tabacalera, que, de acuerdo con el alcalde, continuará creciendo en los próximos cuatro años con más proyectos y con la mejora del entorno.

Moreno, por su parte, tuvo palabras de agradecimiento y elogio para el regidor, al que definió como un hombre solvente, «que sabe de todo». «Su serenidad, no pierde nunca los nervios, su transparencia, su cercanía, la franqueza y su bondad», reseñó.

En una línea muy parecida se expresó Bendodo, que regresó al argumento ya empleado durante las autonómicas: la confrontación del proyecto del PP, que para él es sinónimo de estabilidad, y lo que suele llamar el «cóctel del caos», que en su opinión está formado por todo lo demás, en alusión a una posible asociación postelectoral entre PSOE, IU, Podemos -que no se presenta con sus siglas a los comicios- y Ciudadanos. De la Torre da un paso al frente. La campaña, aunque no de manera oficial, ha arrancado.