Más allá de la última resolución administrativa que aboca a los afectados a la vía contencioso administrativa que puede tardar años en resolverse, el futuro de todo el recinto que forman los Baños del Carmen (no sólo el balneario) sigue en el aire y sin salida aparente. Hay un diálogo de sordos entra la administración central y la autonómica para la posible resolución del conflicto y sobre quién es competente para abordar el rescate de la concesión y abrir las puertas a las obras de regeneración de este espacio público, que de momento deben seguir esperando.