La delegada de Educación, Patricia Alba, se comprometió ayer con la familia del niño de diez años con fibrosis quística a que este continuará el curso que viene en el CEIP María Zambrano y que dispondrá de los recursos necesarios para que el pequeño siga allí.

José Manuel Camino padece fibrosis quística, una enfermedad rara crónica que afecta al aparato digestivo y al respiratorio. El niño necesita una bombona de oxígeno para respirar desde el pasado marzo, cuando se agravó su enfermedad, y la semana pasada se hizo las pruebas pertinentes para ver si puede ser o no candidato a un trasplante de pulmón. A los problemas que padece esta familia a consecuencia de esta enfermedad se sumó hace unos meses el de la falta de comunicación con la dirección del colegio María Zambrano, donde el niño ha cursado la Educación Infantil y los cinco primeros cursos de Primaria. Aunque tuvo problemas cuando entró en el centro, la principal dificultad ha venido de la mano de la bombona de oxígeno que lleva conectada de forma permanente. Antes de marzo José Manuel la llevaba por seguridad y la dejaba en un despacho, pero desde marzo necesita tenerla a su pies para poder respirar. Por ello, sus padres le trasladaban la bombona hasta clase y una vez dentro del colegio eran sus compañeros los que le ayudaban a transportarla, puesto que el niño está débil y no puede cargar con ella.

Pero los padres de José Manuel temían que la necesidad de un monitor para ayudar al niño hiciera que Educación le cambiara de centro, ya que el María Zambrano adolece de esta figura. Sin embargo, esta familia, que espera el visto bueno para que el pequeño pueda recibir un trasplante de pulmón en el futuro que le dotaría de calidad de vida, parece que dejará de tener dolores de cabeza a cuenta del centro educativo.

Tras recurrir al Defensor del Pueblo, a los medios de comunicación y a la plataforma change.org, donde en menos de dos semanas han recopilado cerca de 3.000 firmas, la Delegación de Educación le dio ayer una buena noticia: José Manuel seguirá en su colegio y pondrá los medios necesarios para que pueda cursar allí 6º de Primaria antes de pasar a un instituto.

«La delegada me ha confesado que es una aberración cambiar al niño de colegio», reconocía ayer a este periódico su padre, Francisco Manuel Camino. Alba le comunicó, según cuenta el hombre, que ha formulado una petición a la Consejería de Educación para que para el próximo curso estén los recursos necesarios en el centro y continúe en el mismo.