El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, ha dado cuenta esta mañana de la composición del que será su segundo mandato al frente de la institución. El dirigente popular, recién refrendado en el cargo, apostará por una nueva reducción del organigrama, que pasará a aligerarse en consonancia con las exigencias del acuerdo suscrito con Ciudadanos.

Bendodo volverá a confiar esta vez en la diputada Ana Carmen Mata, que ocupará una de las dos vicepresidencias dispuestas para este mandato; la otra, que conforma una área extensa consagrada principalmente a la economía, será responsabilidad de Francisco Salado, que se convierte en el nuevo hombre fuerte del esquema del gobierno al pasar de la portavocía del grupo -cargo que ocupaba en el anterior equipo- a luna de las principales tareas de gestión. Kika Caracuel, por su parte, anterior vicepresidenta, será su remplazo como voz del partido en la institución.

En total, la Diputación contará con catorce delegaciones englobadas en dos grandes áreas y siete novedades entre sus grandes responsables. El reparto de cargos se enuncia como sigue : Francisco Salado (vicepresidente primero); Kika Caracuel (Economía, Hacienda y Relaciones Institucionales); Pilar Fernández Figares (Recursos Humanos); Fran Oblaré (Fomento e Infraestructuras); Jacobo Florido (Desarrollo Económico y Productivo); José Alberto Armijo (Empleo); Ana Mata (vicepresidenta segunda); Félix Lozano (Innovación y Participación); Marina Bravo (Medio Ambiente); Paco Delgado Bonilla (Sostenibilidad); Lourdes Burgos (Servicios Sociales); Ramón del Cid (Apoyo y Atención al Municipio); Víctor González (Cultura y Educación ) y Cristóbal Ortega (Deportes y Juventud).