Durante cinco días de mayo Rosa Carrión estuvo en huelga de hambre. «Sentí una desesperación cuando nueve días antes de las elecciones el concejal de Urbanismo nos llamó y nos dijo que esto seguía adelante», contaba esta semana. Se trata de los planes urbanísticos detallados en el PGOU para el sector SUS-CH4 El Coronel, en la Sierra de Churriana, que prevé 547 viviendas. Para 27 propietarios que viven en la zona la sorpresa es que deben costear la urbanización: la llegada de electricidad, zonas verdes, calzadas y aceras junto con los promotores, pese a contar con aceras, agua y luz desde hace décadas.

La particularidad de la zona es que se trata en muchos casos de viviendas construidas hace unos 30 años sin licencia, aunque los propietarios pagaron la multa correspondiente cuando se les presentó. Por eso, la preocupación aumenta cuando echan mano de los cálculos y sobre todo de su cuenta corriente, en ocasiones modestas pensiones o la prestación del desempleo.

«Los gastos, a fin de cuentas, sabes que van a venir pero esto no es calle Larios. En mi caso, por una casa en la que llevo 25 años tengo que pagar 46.000 euros. Yo estoy parado y mi padre, jubilado, ¿cómo lo pagamos?», se pregunta David Jiménez.

Rosa Carrión explica que, según los cálculos de los afectados, lo que en un principio eran de 18.000 a 23.000 euros a pagar por mil metros cuadrados se ha quedado en 23.000, más los perjuicios que acarreará la parcelación de la zona, que incluirá la desaparición de un mínimo de 500 árboles. «Y en mi caso, me cortan la parcela por delante, por detrás y por un lado. Tengo que echar la casa abajo», lamenta.

El caso más sangrante lo cuenta Silvia Hirschsprung, pensionista holandesa en cuyo terreno viven también sus dos hijas. «Tengo que pagar de 400.000 a 600.000 euros. ¿Quién puede pagar eso?, yo no tengo una hucha con ese dinero», cuenta.

Por su parte, Inmaculada Viñolo, presidenta de la asociación de vecinos de Churriana, además de respaldar a los vecinos señala que está en contra de que se construya en la zona: «Estamos en contra de que en la Sierra de Churriana se urbanice más de lo que hay».

Los propietarios afectados, informa Rosa Carrión, cuando reciban la notificación de Urbanismo, aparte de alegaciones particulares presentarán una alegación conjunta en la que reclamarán «que nos dejen como estamos, que nos consideren suelo consolidado como han hecho con la parte de abajo del Camino de la Sierra». También se opondrán en esta alegación a la desaparición de cerca de 500 árboles. «No queremos que destrocen la Sierra», subraya Rosa Carrión.