«Hombres y mujeres dispuestos a anteponer la ética, la integridad, la transparencia, la ejemplaridad, la eficacia y la honradez en la acción de gobierno, a cualquier otro principio o valor individual o colectivo». Así definió el nuevo rector de la UMA, José Ángel Narváez al equipo de gobierno de la institución, que le acompañará en esta «apasionante aventura», según dijo, de liderar la Universidad para que se convierta en el motor de transformación de la sociedad. La nueva dirección tomó posesión de sus cargos durante un acto solemne celebrado en el Paraninfo.

A la ceremonia académica, en el que los distintos vicerrectores prometieron o juraron sus cargos, según la fórmula elegida por cada uno, asistieron distintas autoridades civiles, militares y académicas. En la mesa, junto a Narváez, ya con muceta y birrete protocolariamente de color negro por su dignidad como rector, el consejero de Innovación y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, a quién Narváez volvió a reclamar el pago de la deuda, como hiciera la semana pasada a la presidenta, Susana Díaz, y al propio consejero en septiembre, durante el acto de inauguración del curso. También asistieron los rectores de las Universidades de Sevilla y de Granada, a quienes el rector de la UMA ha propuesto una «alianza para fortalecer el sistema universitario andaluz». De alguna manera, Narváez insta a la universidad granadina a recuperar los estrechos e históricos lazos de vinculación existentes, toda vez que desde hace unos años existen importantes contactos con la hispalense, a través del Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech.

Los distintos vicerrectores fueron uno a uno subiendo al escenario. El primero fue José Antonio García Galindo, nuevo vicerrector de Política Institucional. El director general de Comunicación y Gabinete del Rectorado, Carlos Pérez Ariza, añadió a la fórmula elegida, «velar por la transparencia informativa de la Universidad». También usó esta coletilla la nueva delegada del rector para la Igualdad, Isabel Jiménez Lucena.

Tras la toma de posesión, muy emocionante y con gesto de cariño por parte de Narváez a los miembros de su equipo, los que han colaborado con él estrechamente para ganar las elecciones en diciembre, el rector tomó la palabra e inició su discurso agradeciendo el trabajo de Adelaida de la Calle durante los doce años que estuvo al frente de la UMA. De la Calle asistía en una butaca como consejera de Educación de la Junta de Andalucía.

Narváez presentó una Universidad que mira al futuro y que se tiene que convertir en principal instrumento de cambio, «que conduzca al progreso y al bienestar individual y colectivo de los ciudadanos». Una Universidad centrada en las personas, «hecha por todos y para todos». No solo reclamó una vez más la deuda a la Junta. Criticó las políticas «austericidas» que se han llevado tanto talento por delante, aplicadas por el Gobierno central, al que exige mayor inversión en educación e investigación. Y también invitó al Ayuntamiento, a la Diputación Provincial y al PTA a una mayor colaboración.