La policía irlandesa investiga si el tiroteo que se produjo en un hotel de Dublín con un balance inicial de un fallecido y dos heridos tiene alguna vinculación con la organización de Christopher Kinahan, el grupo mafioso que lleva asentado en la Costa del Sol el tiempo suficiente como para que la justicia española lo investigue por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y asociación ilícita.

Tres hombres con los rostros cubiertos y ataviados con uniformes policiales, chalecos antibalas y armas tipo AK-47 irrumpieron sobre las 14.30 horas en la sala del hotel Regency en la que se estaban pesando los púgiles que esta noche tenían previsto participar en una gran velada de boxeo. Quien no la verá seguro es David Byrne, el nombre del cadáver que en vida compartió algo más que el tiempo con los Kinahan y, dicen, parentesco con Freddie Thompson El gordo, otro peso pesado del clan que ha hecho historia en nuestras comisarías. No son las únicas señales que arroja el incidente de Dublín. El cartel del combate destacaba el enfrentamiento entre el irlandés Jamie Kavanagh y el portugués Joao Bento por el título europeo del WBO en la categoría de peso ligero. El primero es hijo de Gerard Hatchet Kavanagh, el hombre que el 6 de septiembre de 2014 fue ejecutado en un pub de Marbella por dos encapuchados que lo acribillaron a balazos.

La edición digital de The Irish Independent adelantó que el promotor del combate era la compañía MGM, propietaria de un gimnasio en Puerto Banús en el que alguno de sus usuarios saben lo que es entrar en un quirófano del Hospital Costa del Sol con heridas por arma de fuego. Que le pregunten a Jamie Moore, el excampeón británico y europeo del peso medio que en agosto de 2014 vivía en Marbella. Su trabajo era entrenar a un púgil vinculado casualmente a la familia Kinahan, muy aficionada al cuadrilátero. Moore recibió aquella noche de verano dos tiros que le dejaron cojo para toda la vida cuando salía de la casa que sus jefes tienen en Estepona, si bien los investigadores españoles siempre pensaron que el autor de los disparos se equivocó de persona. Concluyeron que el objetivo era Gary Hutch, uno de los hombres del ala dura de los Kinahan que en septiembre del año pasado también recibió matarile en la Costa del Sol. Hutch, que sobrevivió en 2008 a otra tormenta de plomo en Estepona en la que murió su compatriota Paddy Doyle, fue finalmente cazado y rematado en la cabeza por un sicario junto a la piscina de la urbanización de Mijas en la que vivía. El asesino huyó en un vehículo que minutos más tarde fue hallado ardiendo en Marbella, la misma estrategia antihuellas que utilizaron los dos hombres que se cebaron con Kavanagh un año antes disparándole más de media docena de veces. En ninguno de los dos casos ha habido detenidos. Los Kinahan, liderados por Christopher, más conocido en su país como El padrino irlandés, y sus dos hijos, Daniel y Christy Jr., se dieron a conocer en España tras la espectacular operación Shovel que explotó en mayo de 2010, cuando las policías de España, Irlanda y Reino Unido detuvieron de forma simultánea a más de 30 personas, la mayoría en Estepona, Marbella y Fuengirola, por tráfico de armas y drogas (estos cargos se retiraron), blanqueo de capitales y asociación ilícita. Continuará.