Una de las bolas que se encuentran a la entrada de la calle Larios ha aparecido desplazada entre diez y doce metros de su ubicación habitual esta mañana. La esfera de piedra se ha desenchando del anclaje de hierro que la mantenía sujeta al suelo y ha tenido que ser sujetada a varios metros de distancia para evitar que cortara la vía o provocara algún accidente.

En la operación han participado agentes de la Policía Local y bomberos.