El Ayuntamiento va a abrir hoy al público el mirador de la Alcazaba, una obra que fue concluida en 2010 y que costó cerca de 600.000 euros, pero que ha estado abandonada casi siete años. En ese tiempo, ha sufrido actos vandálicos, pintadas, fue un lugar común para que se depositaran residuos y se llegó a hacer botellón. Hasta se desprendió parte de la barandilla. El Consistorio, finalmente, hizo unas obras de reforma este verano, trabajos que han costado otros 55.668 euros al erario público.

Al mirador se accederá por las calles Cilla (a la espalda del Centro de Interpretación del Teatro Romano) y Mundo Nuevo. Estará abierto de 10.00 a 17.00 horas (última entrada a las 16.30 horas), en horario de invierno (actual); y en verano, de 10.00 a 20.00 horas (última entrada a las 19.30). Esta pasarela, situada a la falda de la muralla noroeste de la Alcazaba, permitirá además tener una visión del Teatro Romano desde una perspectiva superior.

El Consistorio, a través de la Gerencia de Urbanismo y en coordinación con el Área de Cultura, ha desarrollado las obras de mejora al acceso. Esta actuación forma parte, por cierto, de los acuerdos suscritos entre el PP y Ciudadanos.

Con este proyecto se han reparado distintos elementos que van a permitir su apertura al público. Construcciones Antroju ha sido la encargada de desarrollar los trabajos, que han consistido en la limpieza de los grafitis sobre los elementos de acero «corten», tratamiento posterior parar la oxidación del material y tratamiento antigrafiti; reparación y sustitución de los elementos de iluminación, incorporando proyectores de LED de menor consumo, así como la ejecución de reparaciones puntuales y limpieza de los espacios. También se han mejorado e instalado nuevos elementos de cerrajería con el objeto de potenciar tanto la accesibilidad como la seguridad en dicho espacio. Se ha colocado una puerta corredera en el acceso de servicio existente en la calle Jesús El Rico, con diseño y materiales similares a los que presenta el vallado. También se ha prolongado la barandilla con el diseño existente en la zona colindante al Teatro Romano y se ha dotado de seguridad a la barandilla de la zona del mirador añadiendo una chapa de acero «corten» con perforaciones circulares idénticas a las de las escaleras en forma de torreón.