Hace siete años, José Moreno recorrió con La Opinión un descampado sin oficio ni beneficio junto al tramo finalmente abierto de la calle Pinosol, inaugurado en 2009, que acababa con un histórico problema de aislamiento del barrio y serios contratiempos de tráfico.

Para José Moreno, portavoz vecinal y uno de los vecinos más veteranos de este barrio junto a Gibralfaro, era el espacio ideal para poner un parque infantil, «porque en todo Pinosol no hay ni un parque infantil ni tampoco en Barcenillas».

A esta petición, el entonces concejal del Distrito Centro, Diego Maldonado, contestó que le parecía «razonable» y mostró su disposición a «subsanar esta carencia».

Los tiempos administrativos tienen su tiempo y por fin ha llegado el de Pinosol, porque en el último remanente de inversiones que el Ayuntamiento de Málaga dedica a los barrios, 400.000 euros se destinarán a convertir el descampado en un espacio que contará con parque infantil, gimnasio para mayores y aparcamiento. De hecho, en la actualidad el terrizo se emplea para aparcar los coches.

Por este motivo, La Opinión acompañó esta semana a José Moreno, muy satisfecho con el anuncio de la inversión. «Las obras se harán el año que viene», comenta, al tiempo que reconoce que uno de los mayores problemas del barrio es la falta de aparcamiento. «Esta obra quitarás plazas, pero hay que tener en cuenta que la mitad de los que aparcan no son del barrio», destaca.

Por este motivo, cuenta que le gustaría que Pinosol contara con Sare para residentes, aunque también señala que esta propuesta tendrá antes que contar con el visto bueno de los vecinos.

Lo que se descarta es la propuesta, también planteada por José en 2010 en este diario, de que un sótano sin uso, propiedad de la Junta de Andalucía, al lado del descampado, en una profunda hondonada, pueda utilizarse como aparcamiento público. Como explica, técnicos de la Junta visitaron el sótano y descartaron construir el parking por motivos técnicos. «Hacerlo valdría un dineral y luego, vender los aparcamientos sería muy difícil», cuenta José. Por este motivo, esta hondonada estará separada del resto de la parcela por una valla de protección, para evitar accidentes.

Además, el portavoz vecinal informó de que el desnivel del terraplén se salvará en la zona de más altura con una escalera que conecte con el resto del barrio.

José Moreno confía además en que los 400.000 euros de inversión den para que se pueda asfaltar un tramo de unos 150 metros de la calle Pinosol, el único que queda por arreglar desde la prolongación de la calle en 2009. «En ese año, el presupuesto se quedó corto y el tramo se quedó sin hormigonar», explica. En la actualidad, luce en su mayor parte una enorme grieta central y una pequeña parte tiene las varillas de hierro a pleno sol.

«Poco a poco se van consiguiendo las cosas en Pinosol», comenta satisfecho.