Si quiere tomar café/ no te lo pienses más,/ ponte guapo, vente al Centro/ y siéntate en el Central./ Te lo pides a tu gusto:/ Entrecorto, largo, nube.../ verás que pronto te suben/ esas ganas de bailar.

Es la primera estrofa de la canción Café Central te da el compás, que como explica Rafael Prado, propietario del veterano establecimiento de la plaza de la Constitución, «la he hecho porque mi padre escribió la letra y yo he querido ponerle música».

A «la letra» de su padre, Pepe Prado, se refiere a esa histórica tarde de 1954 en la que en la compañía de una tertulia de amigos, ideó una forma de denominar los cafés que pronto se extendió por toda Málaga, hasta nuestros días.

Y lo hizo, cuenta su hijo Rafael, entre otras cosas para acabar con la picaresca de algunos clientes que «daban tres sorbos de leche», para luego quejarse de que le habían echado poca o que pedían más café, porque la taza no contenía la cantidad que, supuestamente, habían pedido.

Semilargo, largo, corto, sombra... «así le daba a cada uno, exactamente, lo que habían pedido», cuenta Rafael Prado.

Para inmortalizar esa tarde creativa de hace 64 años, un dibujante que asistía a la tertulia fue dibujando los vasos con las cantidades, pero quedó un hueco final, «y entonces le preguntaron al camarero Manolo Heredia qué poner después de la nube y contestó: don José, pues no le ponga nada. Y así nació el no me lo ponga», explica Rafael, que nació en ese mismo 1954.

Ahora, como homenaje a su padre, «que tenía un talento natural y una gracia extraordinaria», y a su familia, ha compuesto una canción que comenzó a surgir a cientos de kilómetros de Málaga, en mayo del año pasado, mientras escogía en un tostadero de Asturias los cafés adecuados para su propia marca del Central. «La empecé a componer en los ratos muertos mientras los preparaban».

Integrante de los conocidos Cuarentunos y autor de varias canciones, Rafael Prado fue batería en su juventud y en la actualidad, además de tocar el cajón es un virtuoso de parte de la familia de la guitarra: toca la española, la vihuela mexicana, el ukelele hawaiano, el cuatro venezolano... «y ahora estoy con el tiple colombiano que recuerda un poco al timple canario».

Un gran equipo detrás

Animado por su familia, que no quería otro solista, el dueño del Central ha puesto voz a la canción que él mismo ha compuesto, y en cuya grabación, en los estudios Moby Dick, han participado Daniel Bermúdez a los teclados; Román Fernández-Baca, sobrino de Rafael, con el bajo; la percusión de Edy Machado el Chato y la guitarra flamenca de Pepe Satorre.

Y como explica el solista, «el remate han sido los coros, que los hemos hecho mi mujer y yo».

Además del homenaje a su admirado padre y a su familia, a Rafael Prado le gustaría que, ya que los malagueños conocen el nombre de los cafés, «ahora lo digan cantando».

Confiesa que se lo pasó en grande grabando la canción y ya tiene en mente crear anuncios de Café Central te da el compás y, faltaría más, un videoclip. «Ha salido una canción entrañable, hecha entre amigos y la familia», concluye. Es el compás del Central.