La Asociación de Vecinos Limonar-Caleta ha mostrado su preocupación ante el futuro de un enorme ficus, protegido en el actual PGOU, que se levanta en el número 56 del Paseo de Sancha, Villa Trini, a causa de las obras de construcción de un bloque de seis viviendas que dará a la calle Rafael Pérez Estrada, en un lateral del jardín actual.

La obra, de la empresa granadina Nuovit Homes, incluye otro bloque de cinco viviendas en la parte trasera de la parcela, que asomará al paseo marítimo.

El presidente vecinal, Fernando Martín Mandly, declaró ayer a La Opinión que los vecinos reclaman al Ayuntamiento «que se respete el árbol y sus raíces». La asociación trasladará la preocupación por el futuro del ficus en una próxima reunión con Parques y Jardines.

El presidente alertó de que el árbol, a causa de las obras, pueda perder raíces que le afecten e incluso haya que temer por su estabilidad y puso de ejemplo las obras del metro y los centenarios ficus de la Alameda.

Pese a que el edificio proyectado será curvo en la parte que mira al ejemplar protegido, en atención a la enorme copa del árbol y las raíces, los vecinos quieren que el Ayuntamiento les ofrezca las máximas garantías de que, «en cinco, diez años», no le perjudicarán estas obras, indicó el presidente.

A dos metros de la copa

El responsable municipal de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, explicó ayer que la promotora ha modificado el proyecto a instancias de Parques y Jardines, y que además de tener que levantar el bloque de la calle Rafael Pérez Estrada a unas 2,5 veces del perímetro del árbol, como marca el PGOU, es decir, a unos 15 metros de distancia, «le hemos dicho que eso no garantizaba el que la copa estuviera completamente libre».

Por este motivo, Parques y Jardines ha establecido que el bloque no esté bajo la copa y mantenga una distancia de «dos metros más», lo que lo emplaza a unos 17 metros del tronco. «Y por supuesto, el árbol tiene protección integral en el PGOU y ni sus raíces ni la copa la pueden tocar, a no ser que sea para mantenimiento», precisó.

Javier Gutiérrez del Álamo también explicó que el Ayuntamiento ha realizado cinco catas «a metro y medio de profundidad» y no ha encontrado raíces del árbol. Por eso, señaló que el aparcamiento subterráneo no lo dañará.

Un portavoz de la promotora granadina aseguró ayer a este diario que «desde el principio queremos respetar completamente el árbol, porque es una oportunidad para el proyecto y no un hándicap». También subrayó que el proyecto seguirá todas las indicaciones tanto de Medio Ambiente como de la Gerencia de Urbanismo.

Para Blanca Lasso de la Vega, jefa del Departamento de Botánica del Jardín Botánico Histórico de La Concepción, «si el árbol permanece donde ha estado al menos cien años y solo construyen a su alrededor, sin modificar las zonas colindantes al tronco con un piso duro, y dejan de tierra un porcentaje importante de suelo para la respiración de las raíces, no encuentro que le vaya a ocurrir nada».