Con ironía y en perfecto inglés, Julieta Moreno-Torres, asesora jurídica del Servicio de Protección de Menores, se refiere a una de las disposiciones finales de una ley orgánica de 2015 como «la clausula Scrooge», en recuerdo del avaro protagonista de Cuento de Navidad de Dickens, porque establece que todas las mejoras que ofrece esta ley se llevarán a cabo siempre que no suponga incremento del gasto.

Una cámara la enfoca para los alumnos que la siguen en internet desde varias partes de España y el mundo, mientras tiene enfrente a quienes en la tarde del lunes han podido acudir al edificio de Italcable, sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). «Incide de una forma clarísima en la vocación internacional de esta universidad y en ofrecer, no los cursos que ofrecen otras universidades sino algo complementario», señala el rector de la UNIA, Francisco González Fajardo.

El Derecho español, estudiado en su conjunto pero explicado en inglés, con expertos, profesores, abogados o notarios como mínimo con un nivel C1 en la lengua de Dickens, es lo que durante siete meses, de enero a julio, ofrece la UNIA en esta cuarta edición del Curso de Experto Universitario en Derecho Español Impartido en Inglés.

«Estuve de profesor visitante en Liverpool y Manchester y vi el negocio que la universidad inglesa tenía montado en el ámbito del Derecho y me dije: ¿Por qué no hacemos algo así en España, cuando tenemos un Derecho que está en tres continentes?, porque Filipinas e Iberoamérica tienen nuestro Derecho», explica José Manuel de Torres, profesor de Derecho Civil en la UMA y director del curso.

El profesor recuerda que, ahora mismo, cuando los alumnos de Derecho de Málaga llegan al decanato pidiendo ayuda para encontrar trabajo, «el requisito sine qua non de los despachos que buscan abogados es el nivel C1 de inglés, y también de inglés jurídico. Es lo mínimo para ser competitivo en la Costa del Sol, y lo mismo en la gran empresa y los grandes despachos de Madrid».

Los alumnos ponen nota alta

En cuanto al nivel de satisfacción de estas clases semanales con abundancia de casos prácticos, José Manuel destaca que va de un 9,5 a un 10, «sin excepción entre todos los alumnos»

«A pesar de que había cosas de Derecho que no sabía porque no había acabado la carrera, me fue muy bien para aprender inglés», cuenta Gonzalo Roji, de 22 años, que asistió al primer curso y ahora mismo compagina el máster en Abogacía con prácticas en un despacho.

También para Paloma García Pineda, de 22 años y alumna del primer curso, la experiencia ha sido buena: «Se aprende mucho, es muy enriquecedor porque repasas todas las ramas, el civil, el administrativo, el penal... y amplías mucho el inglés técnico».

Pero no sólo hay estudiantes españoles. Como destaca el director del curso, hay mucho interés por él en Filipinas. Prueba de ello es Josephine Bailo, una filipina que acaba de casarse con un malagueño y que quiere volcarse en el mundo de Derecho, también en su país de origen: «Tengo muchos amigos en Filipinas que quizás sean políticos en el futuro y me gustaría compartir con ellos lo que aprendo, para mejorar las leyes que se hagan allí», explica en inglés.

Otro caso es el de la abogada británica Victoria Westhead, que desde hace cuatro años trabaja en España: «Cuando tenemos casos como una herencia y hay bienes en Inglaterra y en España, yo puedo hacer la parte británica, pero quiero seguir aprendiendo sobre Derecho español». Victoria señala que el nivel de los profesores «es muy bueno» y que el curso le está dando una idea «muy amplia» de aspectos inexistentes en Gran Bretaña, empezando por una Constitución escrita, un Código Civil y un Código Penal.

Y de la primera promoción es Marta Galán, que estudió Traducción e Interpretación y está especializada en traducción jurídica en inglés: «El temario es muy completo, estás practicando inglés y te llevas trabajo a casa», comenta.

Para José Manuel de Torres, este curso online y presencial es la alternativa a una cara estancia en Estados Unidos, «sin tener que aprender Derecho de Illinois sino Derecho español en inglés, la nueva lengua franca».