La secretaria general del PP de Málaga y parlamentaria andaluza, Patricia Navarro, exigió ayer a la Junta de Andalucía que compense a los comerciantes y empresarios que «han sufrido y siguen sufriendo un perjuicio económico por los años de retraso de la obra del metro».

Así lo reivindicó Navarro junto al vicesecretario de Organización y secretario primero de la Comisión de Fomento en el Senado, Manuel Marmolejo, y el coordinador de Economía y Sectores Productivos de la formación, Joaquín Pérez, tras reunirse con representantes de los afectados por las obras del suburbano.

Recordó que tanto el consejero de Fomento, Felipe López, como la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, «tienen encima de su mesa» un mandato parlamentario aprobado el pasado 13 de junio por todos los grupos políticos «salvo el PSOE, quien rechazó esas ayudas».

En esta línea, Navarro lamentó que, «si bien las obras del metro cumplen 12 años, es decir, 4.427 días, los retrasos en el tramo comprendido entre Renfe y el Guadalmedina alcanzan los nueve años». «Hemos pasado por tres presidentes de la Junta y ocho consejeros de Obras Públicas, pero el Gobierno socialista sólo ha sido capaz de construir once kilómetros del metro de Málaga», criticó.

En estos mismos 12 años, añadió, «el metro de Madrid ha construido 67 kilómetros de túneles y 64 estaciones nuevas». «Sólo tenemos que comparar el ritmo de una comunidad autónoma frente a la otra», reprochó.

Por ello, la parlamentaria reclamó a la Administración andaluza que «establezca un orden de prioridades», incidiendo en que «tampoco cumple en materias como Salud y Educación». Navarro recordó que detrás de la obra del metro «hay personas, muchas de las cuales han tenido que echar el cierre a su negocio por el retraso en los trabajos, mientras que otras no pueden utilizar este transporte público con menor impacto ambiental y a otras con movilidad reducida se les resta la oportunidad de utilizar este medio».

A su juicio, es «inaceptable» que la obra del tramo Renfe-Guadalmedina acumule nueve años, «en los que únicamente se han construido 700 metros, dejando nefastas consecuencias económicas y de imagen en pleno corazón de la ciudad». «Además, un tercio de esos nueve años la obra ha estado parada, tras el desacuerdo con la empresa adjudicataria en agosto de 2015», agregó.