La provincia de Málaga lidera de forma clara el empleo del sector turístico a nivel andaluz al concentrar el 30,6% de las más de 270.000 afiliaciones de trabajadores que el segmento de hostelería presentó de media en la comunidad durante el ejercicio de 2017, lo que ratifica la hegemonía de la Costa del Sol en esta industria. Según un informe publicado estos días por el Observatorio Argos de la Junta de Andalucía, Málaga registró el pasado año una media de 82.876 afiliados, cifra que deja muy atrás a la segunda clasificada en esta materia, Sevilla, que se situó con algo más de 50.900 (un 18,8%) y a Cádiz, que con unos 42.500 y otro 15,7% de cuota, se sitúa en la tercera posición.

La buena salud del segmento turístico (que engloba campos como el alojamiento y la restauración) en una época que viene batiendo año a año récords de afluencia de visitantes se refleja en un aumento de las afiliaciones en 2017 del 12,6% en el caso de Málaga y del 10,7% a nivel andaluz con respecto al empleo del año anterior.

Por municipios, los grandes focos de empleo a nivel provincial son lógicamente Málaga capital y Marbella, donde se firmaron respectivamente 55.914 y 26.398 contrataciones en 2016. De esta forma, estas dos localidades generaron cerca de la mitad de todas las contrataciones en el sector. Otras localidades con un gran volumen de contratos fueron Fuengirola (14.700), Torremolinos (13.207), Benalmádena (11.650), Estepona (6.541) y Mijas (6.002).

En cuanto al tamaño de las empresas del sector turístico, el estudio de Argos revela que casi el 60% de los 59.531 negocios que trabajan en este segmento en Andalucía son microempresas (de uno a 10 trabajadores) y otro 36% son autónomos sin empleo asalariado, según los datos tomados del Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta forma, sólo hay un 4,5% de pequeñas empresas (de entre 20 y 50 trabajadores) y porcentajes aún mínimos de firmas medianas de entre 50 y 200 trabajadores (0,39%) y grandes, que son la que de 200 en adelante (un 0,08%). Estos patrones se reproducen de tamaño de los negocios se reproducen de forma más o menos similar en Málaga.

Ocupaciones

En cuanto a las ocupaciones más relevantes en materia de empleo, el estudio recoge que camarero; ayudantes de cocina; cocineros; personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares; monitores de actividades recreativas y de entretenimiento; recepcionistas de hoteles; supervisores de mantenimiento; recepcionistas al margen de los hoteles; azafatos de tierra y guías de turismo fueron las más contratadas durante 2017 en Málaga.

El puesto de camarero, en concreto, presenta una especial relevancia. En concreto, de los casi 180.000 contratos firmados el pasado año en la provincia dentro del sector turístico, el 58,3%% (96.400) fueron para cubrir el puesto de camarero, lo que muestra la gran demanda de estos profesionales existente en el mercado pero también, sin duda, la altísima precariedad laboral a la que se ven sometidas estas personas. De hecho, la temporalidad de los contratos que se firmaron en el sector turístico a lo largo de 2016 en Andalucía alcanzó 96,3% (el 93,6% en Málaga).

Lo cierto es que el mercado laboral de Málaga está manejando ya ritmos de contratación superiores a los de antes de la crisis aunque la calidad del empleo generado continúa muy entredicho, con unas elevadísimas cotas de temporalidad y un peso creciente de la jornada a tiempo parcial. Los sindicatos denuncian además que en muchos sectores de actividad los trabajadores se ven obligados cada vez más a enlazar un contrato tras otro rotando por lo que, en realidad, son los mismos puestos de trabajo. El segmento de hostelería es uno de los más afectados por esta dinámica.

Los contratos indefinidos sólo representaron el pasado año un 6,7% del total de los 774.978 contratos que se firmaron en la provincia (algo más de 52.100 contrataciones), lo que continúa la baja línea de años anteriores y lejos del 10% 0 12% que se registraba en 2006, antes de la crisis. La firma de contratos temporales, en sus diferentes modalidades, acaparó el otro 93,3% de las contrataciones que generó Málaga en 2017.

El panorama laboral sigue arrojando también unos niveles muy altos de rotación en el empleo, con trabajadores que llegan a firmar entre cinco y quince contratos al año (e incluso más). De hecho, el SEPE constata en su estudio que los 774.978 contratos firmados en Málaga durante el pasado año realmente sólo dieron para contratar a 321.277 personas. Como muestra de esa elevada rotación, hay un grupo de 32.603 personas (sólo el 10,1% del total contratado) que acumularon más de 318.000 contratos. O, lo que es lo mismo, el 41% de todos los que se firmaron en la provincia. La hostelería es de nuevo señalada por los sindicatos como uno de los principales sectores de rotación.