El grupo agroalimentario malagueño Dcoop anunció este jueves un movimiento estratégico de calado con el que redobla su apuesta por el mercado de Estados Unidos y que potencia además la completa comercialización de su cosecha de aceituna de mesa. Dcoop ha comprado el 20% de la firma estadounidense Bell-Carter, líder del mercado de aceituna de mesa en Estados Unidos, en una operación en la que ha participado de forma conjunta como socio la familia Devico (con la que el grupo mantiene una alianza similar para el mercado norteamericano del aceite de oliva a través de Pompeian).

La entrada en Bell-Carter, una firma con más de un siglo de historia y que comercializa a través de marcas como Lindsay, permite sumar también una importante ventaja competitiva. Y es que Dcoop podrá optar ahora por envasar directamente en las instalaciones de Bell-Carter en Estados Unidos la aceituna negra que destine a este mercado, con lo que evitará pagar los aranceles que el gobierno de Donald Trump ha impuesto a las importaciones de este producto concreto (las aceitunas negras a granel o la aceitunas verdes no tienen arancel).

«Esta alianza refuerza la apuesta del Grupo Dcoop por el mercado americano replicando el éxito de la alianza con Pompeian, líder absoluto en el mercado estadounidense de aceite de oliva virgen extra y participada al 50% por Dcoop y la familia Devico», informó el grupo malagueño. No se han facilitado los datos económicos de la inversión. Con el acuerdo, Dcoop se convierte en la proveedora en exclusiva de la compañía estadounidense en la península Ibérica y el norte de África.

Fuentes de Dcoop quisieron dejar claro, eso sí, que siguen en contra de los aranceles y que, como parte de la Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa (Asemesa) seguirán luchando para su supresión.

El presidente de Dcoop, Antonio Luque, detalló este jueves a este periódico que la intención del grupo es la de aumentar en los próximos años la participación en Bell-Carter del 20% al 50% y recordó que la operación es «magnífica» para el grupo malagueño, al margen del tema de los aranceles, ya que los planes de expansión de la empresa tiene como elemento vital el crecimiento en Estados Unidos.

«Tomar una decisión así por motivos políticos nunca es bueno. Con este proyecto podemos crecer muchísimo en EEUU, como ya lo estamos haciendo con Pompeian. Ahora bien, también es verdad que tenemos que ser eficientes y vender, y si de esta forma nos evitamos los aranceles en el caso de la aceituna negra envasada, mejor», comentó.

Perspectivas a futuro

Bell-Carter factura actualmente, en toda su gama de productos, unos 400 millones de dólares anuales. Las previsiones de Dcoop son que esa cifra podría irse en un plazo de tres años a más de 700. Y el objetivo del grupo malagueño es que hasta el 50% de esa ventas pueda proceder de las aceitunas, negras o verdes, que suministre. De esta forma, la exportación de aceituna de mesa de Dcoop a Estados Unidos, que ahora está por debajo de las 10.000 toneladas, podría irse pronto a cerca de 30.000, según algunas estimaciones. «Hablamos de unas cifras muy importantes para Dcoop y para todo el sector español», dijo.

La sección aceitunera de Dcoop cuenta actualmente una producción de aceituna de mesa de unas 100.000 toneladas y dos plantas de envasado de aceituna en Monturque (Córdoba) y Dos Hermanas (Sevilla). La sección la integran 26 socios cooperativistas: once de Málaga, cuatro de Sevilla, uno de Portugal y diez de Córdoba. La producción de aceituna de mesa se reforzará a partir de ahora, ya que la entrada en Bell-Carter garantiza el suficiente mercado.

En el campo de la aceituna de mesa, Dcoop realizaba hasta ahora sus operaciones en Estados Unidos de la mano de su filial Acorsa USA, que ahora pasa a integrarse en la estructura del grupo Bell-Carter. En toda la operación ha sido clave la figura de José Luis Campos, vicepresidente de Dcoop, que ha llevado gran parte de las negociaciones, según confirmaron fuentes del grupo.

«Este año tenemos ya una buena cosecha por colocar. Está siendo un ejercicio complejo, con bajadas en el precio del aceite y de las aceitunas. Con este acuerdo con Bell-Carter nos aseguramos el colocarlo todo y al mejor precio posible. Eso es algo importante, porque en este mercado no podemos quedarnos con tanto excedente de un año para otro. Sabemos que la clave para ello es aumentar el consumo y una pieza clave en esa estrategia es Estados Unidos. Allí se consumen 300 millones de kilos de aceituna cada año, pero hay potencial para llegar a 500», apuntó Luque.

La cooperativa española cerró 2017 con unas ventas de más de 1.000 millones de euros, un 6,6% más que el ejercicio anterior. La cuota exportadora fue de 541,2 millones de euros, un 10,5% más con respecto a 2016. En total, la cooperativa matriz y sus empresas filiales venden sus productos agroalimentarios (aceite de oliva, vino, aceitunas, leche de cabra, etc) a 72 países.