El mercado laboral está ratificando en este 2018 otro repunte anual en cuanto a ritmo de contratación y, tras un nuevo verano intenso y productivo en lo que se refiere al segmento turístico, muestra a estas alturas del ejercicio cifras incluso mejores que en los años del boom económico, aunque eso sí, todavía con una calidad en el empleo generado inferior a la de aquella época. A falta de un cuatrimestre para el cierre del ejercicio, la cifra de contratos firmados este año en Málaga supera hasta agosto los 540.800, con un incremento del 6,2% en relación al mismo periodo del año anterior, según los datos del Observatorio Argos de la Junta de Andalucía. Las cifras rebasan, tal y como ya sucedió el año pasado, además a la registrada en los ocho primeros meses de los años 2006 y 2007 (casi 500.000 en el primer caso y 465.000 en el segundo), que fueron los últimos de bonanza antes del estallido de la crisis.

El actual volumen de contratación queda no obstante empeñado por la mayor precariedad que presentan estas nuevas contrataciones, como vienen denunciado de forma reiterada por los sindicatos. La altísima tasa de temporalidad, el recurso a la jornada a tiempo parcial y una gran rotación de trabajadores por los mismos puestos de trabajo dominan el mercado de una forma todavía más intensa que antes. Así, únicamente el 7,9% de los contratos firmados en la provincia en los dos primeros cuatrimestres de 2018 (alrededor de 42.750) son indefinidos. Hasta 2006, entre el 10% y el 12% de las contrataciones llegaron a ser indefinidas, un porcentaje que año a año fue bajando a raíz de la crisis. Por el lado positivo, cabe destacar que el peso de la contratación indefinida está repuntando levemente, ya que en los años más duros de la recesión ha llegado a caer al entorno del 6%.

La mejora de la contratación fija se ve de forma más clara en los datos hasta agosto de este 2018, que mejoran en un 25% a los del mismo periodo del año anterior. Por contra, la contratación temporal ha crecido un sólo un 4,6%. Eso no quita para que la temporalidad sea aún el factor dominante.

Tiempo parcial

Otro elemento que muestra la mayor precariedad laboral es el creciente peso de la jornada a tiempo parcial en las nuevas contrataciones, ya sean temporales o indefinidas. Los contratos por horas representan este ejercicio alrededor del 41% del total (un porcentaje bastante parecido al de los dos anteriores años) cuando antes de la crisis esa tasa no superaba el 25%.

Los sindicatos CCOO y UGT afirman que en la mayor parte de los casos, estos contratos a tiempo parcial no responden a una elección del trabajador (que podría buscar esta modalidad, por ejemplo, para conciliar vida familiar o laboral) sino porque las empresas no están ofreciendo trabajos a tiempo completo. Lo peor de todo es que estos contratos esconden en algunos casos situaciones de fraude laboral, ya que un trabajador puede tener un contrato de tres horas al día y echar ocho.

Este escenario de escasa calidad del empleo se completa con el creciente peso de los contratos de corta duración dentro del conjunto de la contratación temporal. Si antes de la crisis el porcentaje de contratos eventuales con una duración inferior a un mes que se firmaban en Málaga era del 56% del total, ahora es del 64,4%.

Los empresarios, por su parte, reconocen que la calidad de los contratos es mejorable y aseguran que la estabilidad de las contrataciones aumentará a medida de que la recuperación económica se afiance. En todo caso, valoran que el peso de los contratos indefinidos haya aumentado.