Desde que Elías Bendodo (Málaga, 1974) se plantó en una rueda de prensa que ya nadie recuerda diciendo que con su segundo mandato acabaría su paso por la Diputación, la posibilidad de un tercero no ha dejado de crecer. El pasado se descolora con el paso del tiempo y basta con mirar lo que ha sucedido en los últimos meses para concluir que no moverse del sitio es la mejor mano que Bendodo puede jugar en estos momentos. Así se desprende en esta entrevista cuando alude a un proceso de reflexión que ya se intuye decidido, pero que ahora toca estirar para amortiguar la brusquedad del giro. Contesta liso y ligero. Relajado, por momentos, como el polo azul que lleva y la esfera enorme que luce su reloj deportivo. ¿Garmin Forerunner, quizá? Una combinación que ya por sí sola es una historia contada. No extraña que se confiese dentro del ala «más progresista» del PP. Nunca baja, eso sí, la guardia cuando se le interpela y repregunta por su relación con De la Torre. La pistola, en el sentido político, ya la descarga contra Susana Díaz y el PSOE. Habla de «régimen» y apela a Juan Marín para que Juanma Moreno sea el futuro presidente de la Junta. De lo abstracto a lo concreto para La Opinión de Málaga.

El tiempo da para mucho. ¿En política, más?

Seguro. Venimos de una época inédita en nuestro país. Desde unas primarias a cara de perro en el PSOE hasta una moción de censura que se creía imposible, pero que se hizo realidad. Un congreso inédito en el PP porque nunca lo habíamos abordado con unas primarias.

¿En el PSOE han sido a cara de perro y en el PP no?

Totalmente. Yo lo entiendo así. La guerra entre Susana Díaz y Pedro Sánchez está ahora mismo en su máximo esplendor.

¿Las primarias han llegado al PP para quedarse?

Yo creo que el modelo es el correcto. Eso sí, se puede perfeccionar.

Al final, decidieron otra vez los compromisarios.

Habrá que perfeccionar el modelo. En eso estamos todos de acuerdo.

¿Su situación dentro del partido se ha agravado con la elección de Casado?

No creo. Yo tengo una relación fluida, tanto con Pablo Casado como con Teodoro García Egea. Han estado aquí en Málaga hace dos semanas. Hemos tenido tiempo para hablar. Hay fluidez, lealtad e ilusión por el proyecto. Me siento totalmente identificado.

¿Qué representa el PP de Pablo Casado para usted?

Renovación, ilusión y verosimilitud. Y diría que futuro. Futuro, claramente, sí.

¿Derecha a la derecha, también?

No creo. Nuestro partido es un partido de centroderecha. Lo fue, lo ha sido, lo será y lo sigue siendo. ¿Qué pasa? Que ahora se habla más claro que antes. Es que no cambia la ideología del partido. Hablar más claro significa decir lo mismo que antes, pero con otras palabras, y que llegue con más nitidez a la gente.

¿Qué proximidad tiene con los principales valedores de Casado en Málaga, como lo fueron Esperanza Oña, Juande Villena y Miguel Ruiz?

Los conozco desde hace mucho tiempo y tengo una relación fluida y cordial con ellos. Normalidad. Me he visto con ellos después del proceso congresual. Ya está.

¿Cuenta con ellos para alguna futura lista electoral?

Las listas son el fruto del trabajo, no el fruto de cuotas.

Con Soraya Sáenz de Santamaría estaría ahora en el núcleo duro de la dirección nacional. ¿Cuántas veces ha pensado en cómo hubiera sido?

No hubiera cambiado mucho en mi estatus. Mi prioridad es Málaga y seguiré trabajando por ella. Insisto, no hubiera cambiado mucho.

Soraya ha anunciado su marcha de la política. Se queda usted sin una de sus valedoras.

Considero que la política es un aprendizaje constante y su marcha nos demuestra que en este trabajo hay que estar siempre abierto a los cambios, dispuesto a retroceder y avanzar según las circunstancias.

A corto plazo, las relaciones con Casado se han normalizado enseguida. ¿Teme que el PP de Málaga pierda fuerza a medio plazo?

No. Incluso al revés. Yo creo que la relación se va a mejorar en el futuro. Y la fluidez con la que estamos trabajando con la dirección nacional va a tener continuidad. Sobre todo por la inmediatez de las elecciones andaluzas. Eso va a suponer que haya más implicación por parte de la dirección nacional de nuestro partido. Por ser, también, el primer proceso electoral que abordan ellos.

¿Las elecciones son el mejor antídoto para tapar la división?

Es que no la hay. Insisto, aquí ya estamos todos trabajando a una. Un único proyecto para España. El proyecto del PP de Málaga es el proyecto de Juanma Moreno y el proyecto de Juanma Moreno es el de Pablo Casado. El de Pablo Casado es el de todos.

La semana pasada se anunció la ruptura del pacto entre el PSOE-A y Cs en Málaga. ¿Qué valoración hace usted?

Es un paripé, un teatrillo para disolver el Parlamento y convocar elecciones porque a ambos les interesa. Lo que está claro es que el cambio que los andaluces reclaman no puede llegar con el partido que lleva 40 años gobernando. Tampoco con los que han apuntalado el régimen, aunque ahora presuman de lo contrario como hace Cs.

Albert Rivera aseguró en estas páginas que la única alternativa al PSOE es su partido, que el PP no ha conseguido nada en Andalucía en 37 años.

Cs ha sostenido el régimen socialista en Andalucía, no ha cambiado nada. Los que venían para cambiar se han dejado arrastrar por la deriva socialista sin ofrecer resistencia. El verdadero cambio significa abrir las ventanas y un gobierno del PP. Estoy convencido de que así le irá mejor a Andalucía y a los andaluces.

¿Entendería que Juanma Moreno siguiera al frente del PP-A si pierde las elecciones por segunda vez?

En esta ocasión, tenemos al gobierno de la Junta más cerca que nunca. No barajamos otra opción que llegar a un buen acuerdo para conseguir gobernar con estabilidad en Andalucía.

Pero ante la hipótesis planteada, ¿qué opina?

Yo creo que vamos a ganar. Repito, yo creo que vamos a ganar.

¿Cree que el tiempo de gracia de Moreno, después de una legislatura en la oposición en el Parlamento, se ha acabado?

Insisto, este partido va a ganar las elecciones y vamos a gobernar. Es cierto que las mayorías absolutas se acabaron. Debemos tener la habilidad y generosidad para establecer un gobierno de coalición con Cs.

Ante la duda, ¿dónde ve usted la futura inclinación en Juan Marín? ¿Hacia Susana Díaz o hacia Juanma Moreno?

¿Si Cs tiene que elegir entre el PSOE y PP? Ya eligió al PSOE. Ahora, tenemos que tener la suficiente habilidad nosotros para hacerles ver que el verdadero cambio en Andalucía es el PP.

¿Cree que los ciudadanos en Andalucía ya han normalizado que aquí gobierne siempre el PSOE?

No. Ahora, más que nunca, la gente se está rebelando. Cuando los médicos y los profesores salen a la calle en un régimen, es el principio del fin del régimen. En Andalucía, tanto los médicos y los profesores han salido a la calle. En Andalucía, el socialismo está dando sus últimos coletazos.

¿El PP ha hecho algo mal para que se dé esta situación de monocolor en Andalucía?

Hay que reconocer que, en estos 40 años, no estamos así porque el PSOE siempre ha acertado. Nosotros habremos hecho algo mal. Tenemos que reconocer que nuestro partido tiene que estar más pegado al territorio y lo estamos haciendo más que nunca.

Usted siempre ha defendido en la Diputación que el PP y Cs están condenados a entenderse. ¿Piensa lo mismo a nivel regional?

Sin duda. El futuro Gobierno de Andalucía será un Gobierno de PP y Cs. Si el PP y Cs tienen en su mano lograr la alternancia en Andalucía, ninguno de los dos se podrá negar. Andalucía merece un cambio.

¿En qué fase se encuentra su relación con el alcalde?

Cordial. Mi relación con el alcalde es de colaboración absoluta. De lealtad y de amistad. Yo he sido concejal suyo en el Ayuntamiento durante diez años. Toda mi experiencia municipal la he adquirido a su lado. He aprendido mucho de él. Hablamos casi a diario de asuntos trascendentes para la ciudad. Yo entiendo que a alguien le pueda interesar que haya ruido entre nosotros. Tenemos una relación correcta y leal.

¿Se ha autoimpuesto la prohibición de criticar a De la Torre? Parece que nadie en el PP tiene la libertad de expresar una opinión en contra del alcalde.

No, en absoluto. A mí no me ha dado ningún motivo. Ni personal, ni de gestión. Creo que la gestión es buena. El alcalde es el mejor alcalde de la historia. Es quien ha logrado cambiar el ritmo de la ciudad. Málaga era una ciudad inane. Ahora, es un referente a nivel internacional.

Entonces le gusta el actual modelo de ciudad de Málaga, volcado, sobre todo, en atraer a cada vez más turistas.

Nosotros tenemos que basar nuestra oferta en la calidad. No en atraer al turismo a todo tren. Y la calidad hay que pagarla a precios más altos. ¿Qué pasa? Tenemos a competidores como Egipto, Túnez y Turquía, que se han recuperado y se están volviendo a llevar, pues a ese turismo que busca algo más barato. Nuestro modelo es de segmentos. Tenemos todo: sol, playa, turismo idiomático, turismo de bienestar, cruceros y cultura. Ofrecemos todo.

¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Hay margen para más?

No necesitamos que vengan muchos más turistas. Necesitamos calidad. Que gasten más los que vienen. Málaga necesita mejorar su oferta de ocio de calidad. Yo no creo en el más por el más.

¿Málaga necesita un auditorio que requiere de una inversión millonaria?

Sólo digo que Málaga necesita un auditorio y todos nos tenemos que poner de acuerdo cuando antes para que sea una realidad. Pero también soy consciente de la situación económica de las administraciones públicas. Pero Málaga necesita un auditorio. Es la única de las grandes ciudades europeas que no tiene un palacio de la música.

¿Qué es lo que más quebraderos de cabeza le está dando como presidente de su partido?

Cuando peor lo he pasado como presidente del PP de Málaga ha sido durante los días previos a la constitución de los diferentes ayuntamientos en junio de 2015. Veíamos como en ayuntamientos en los que habíamos ganado con muchísima amplitud, fuerzas tan dispares como PSOE, Ciudadanos e IU se ponían de acuerdo para desalojar al PP.

¿No teme que esa situación se repita para su partido en 2019?

Se ha demostrado que eso es un fracaso. Debe gobernar quien gana las elecciones.

¿La situación que se vive en el PP de Torremolinos no es un dolor para usted? Un mar en calma es otra cosa.

No. El PP tiene que ser un partido en permanente renovación. Quien no lo entienda así, se equivoca. La renovación es inevitable. Algunas veces, unos lo entienden mejor que otros.

¿Qué aptitud es la que más valora en la política?

La lealtad.

¿Es incompatible ser progresista y ser del PP?

Yo me considero progresista dentro de mi partido. Yo las políticas que aplico en la Diputación son progresistas. No hay nada mas conservador que ser del PSOE en Andalucía.

¿Qué piensa cuando mira hacia los próximos meses?

Veo procesos que ya hemos abordado en otras ocasiones. Elecciones autonómicas, municipales y generales. Por lo tanto, afrontar lo que viene con las pilas cargadas. Intentando trabajar en proyectos que motiven y adaptarnos a las nuevas circunstancias. Con la ilusión de que a Málaga siempre le ha ido bien con el PP. Y siempre le ha ido bien porque el PSOE le ha hecho mucho daño a Málaga. Por eso nunca ganan unas elecciones.En corto

¿Siente que el alcalde siempre ha sido leal con usted?

Sí, yo siento lealtad por su parte del alcalde.

¿Puede garantizar que irá de número dos en la lista del PP en las municipales de 2019?

Zanjarlo, dejando claro que yo iba a ser el dos, sí.

¿Cree que será alcalde de Málaga un día?

No lo sé. Yo ahora mismo tengo mi objetivo puesto en seguir siendo un buen presidente de la Diputación. En seguir aprendiendo de la gestión municipal. Yo ahora mismo no veo ese horizonte.

Pero sí le haría ilusión. Habló antes de trabajar por Málaga. Mejor, imposible.

Ser presidente de la Diputación no es muy distinto a ser alcalde. Al final, eres el alcalde de los alcaldes. Yo en la Diputación me siento muy cómodo y me he dado cuenta de que la provincia es más grande de lo que yo pensaba.

Quedan todavía muchas cosas por hacer.

Si De la Torre revalida la alcaldía, ¿le gustaría que finalizara el mandato?

Sí, creo que debería acabar el mandato. Yo le he pedido que fuera nuestro candidato y le pido que esté los cuatro años al frente.

¿Cuántas veces se ha recorrido hasta ahora el Caminito del Rey?

Once veces. Las tengo apuntadas en el Endomondo.

¿Le gustaría que se le recuerde como el presidente de la Diputación que transformó el Caminito en lo que es hoy.

Pues mira, no lo sé. Y estoy viendo que va a ser muy difícil que se me recuerde por otra cosa que no sea la del Caminito del Rey. Está Sabor a Málaga. Me gustaría que se me recuerde por ser un presidente que, gracias a las políticas que aplicó, mejoró la calidad de vida de la gente.

¿Será de nuevo el candidato del PP para un tercer mandato como presidente de la Diputación?

Es cierto que quedan muchas cosas por hacer. Mis compañeros de partido me han pedido que siga. Incluso hay alcaldes del PSOE que me dicen que debería seguir siendo el presidente de la Diputación. Mantengo la ilusión intacta. Pues todo me está haciendo reflexionar.

Bueno, es decir, que está muy cerca del sí.

Sí, ahora mismo estoy más cerca del sí. No al 100 por 100, pero sí he visto que hay ilusión en la gente y en los proyectos que tengo en mente para el futuro.

En el PSOE hablan de la «casa de acogida de Bendodo».

Los expertos en el enchufismo son ellos. Nosotros tenemos cargos directivos, eso es verdad. Un total de 15. El PSOE llegó a 80 cargos de confianza. No nos pueden dar lecciones.

¿Se deberían replicar los acuerdos de gobierno con Cs en la Diputación y en el Ayuntamiento el año que viene?

Sí. Lo que ha funcionado, hay que perfeccionarlo. No cambiarlo.

¿Echa un poco de menos al bipartidismo?

En Málaga, no. Los nuevos partidos están aportando algunas cosas. Pero el PP y PSOE crecerán en un futuro.

¿Pone la mano en el fuego por que Margarita del Cid llega a mayo como candidata a la alcaldía?

No sólo va a ser candidata, va a ser alcaldesa. Ya está nombrada por los órganos.

¿Cómo se imagina una situación en la que el PSOE gobierna en el Ayuntamiento de Málaga y en la Diputación?

Eso, a día de hoy, es utópico. Pero sería letal. Todo lo conseguido en estos años, serían capaces de tirarlo por tierra en meses.