La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta sacó ayer a licitación pública las obras de prolongación de la línea 2 del metro de Málaga desde el río Guadalmedina hasta el Hospital Civil y el Materno Infantil, con un presupuesto base de licitación de 41,42 millones de euros y un plazo de ejecución de las obras de 24 meses. La convocatoria se remitió al Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) y los pliegos ya están disponibles en el Perfil del Contratante de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA).

Este concurso se lleva a cabo una vez que el Consejo de Gobierno autorizó el 16 de octubre pasado el gasto y la celebración de la contratación para la ejecución de este tramo, cuya licitación incluye en su alcance tanto la obra civil (infraestructura, vía y urbanización), como la implantación de los sistemas e instalaciones y las marquesinas y las paradas. Las empresas interesadas en concurrir a dicho concurso tendrán un plazo límite hasta el próximo 5 de diciembre para presentar sus ofertas y la estimación de generación de empleo durante la ejecución de las obras será de 515 puestos de trabajo.

Este tramo, declarado de interés metropolitano, completará la red conforme a la solución consensuada entre la Junta y el Ayuntamiento en 2013, mediante la firma del protocolo de intenciones. Discurrirá por Bailén-Miraflores, el cuarto distrito más poblado de la capital y localizado en la zona norte, y aportará al metro más de 2,5 millones de viajeros al año, adicionales a los 18 millones estimados para el resto de la red.

El trazado tendrá 1,8 kilómetros, de los que el 35,5% es soterrado y el 64,5% restante en superficie mediante plataforma reservada con prioridad semafórica para el metro en las intersecciones. Dispondrá de cuatro paradas en superficie en las calles Santa Elena, Eugenio Gross (dos) y Blas de Lezo. El inicio de la traza se sitúa en la estación del Guadalmedina, colocada de forma perpendicular a las avenidas Andalucía y de la Aurora, y el final del recorrido se sitúa en la intersección de las calles Blas de Lezo y el Arroyo de los Ángeles.

El proyecto abarca la obra de urbanización completa para dejar los viales terminados (en el tramo subterráneo de calle Hilera), así como la reposición de urbanización y adecuación urbana de todas las calles por las que discurre en superficie el suburbano. Habrá intercambiadores para posibilitar el transbordo.

La decisión no sentó nada bien al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien explicó que la Junta «no ha hecho ningún caso a lo que le hemos dicho», al mantener su decisión por encima de la opinión vecinal y del Ayuntamiento. Así, tachó de error la medida, calificándolo además de «surrealista» por el momento elegido, en plena precampaña de unas elecciones autonómicas. También pidió reflexión. «El equipo de gobierno, por otra parte, trata de respetar a los vecinos», dijo y expresó su preocupación por los problemas que un tranvía puede generar «en unas calles que no tienen dimensión para acoger esas obras y con el transporte público».

La Plataforma vecinal «No al tranvía Civil, Sí al metro hasta el PTA y Campanillas» afirmó: «Nos parece un acto antidemocrático y de falta de respeto a los ciudadanos», recordaron que recogieron 20.000 firmas en contra y afirmaron que se les desprecia.