La dirección de Limasa, respondiendo a lo que había anunciado días atrás, comenzó el pasado lunes a colgar en el portal del empleado (una ventana donde cada trabajador solo puede acceder introduciendo previamente su número clave) las nóminas con la relación de los atrasos que -según la interpretación de la empresa- debe abonar a los trabajadores en cumplimiento de la sentencia del TSJA, ratificada por el Supremo. Sin embargo, horas después la propia empresa decidió anular la operación, retiró las nóminas que ya se habían colgado y dejó todo en suspenso.

La empresa tomó esta decisión, com medida preventiva y ante el enorme revuelo que la aparición de las primeras nóminas estaba provocando en la plantilla, una ola de rechazo que se inició en el turno de noche y que fue creciendo y tomando mayores proporciones a lo largo de la mañana del lunes, según señalaron en el comité de empresa.

La indignación fue dejándose notar a través de los comentarios en redes sociales y en los grupos de Whatsapp que utilizan los operarios y fue tomando mayores proporciones, lo que llevó a la empresa a dar por anulada la descarga de nóminas. El rechazo venía dado ante la «enorme diferencia», según los trabajadores, existente entre las pretensiones de la plantilla, que cifra en unos 10.000 euros de media los atrasos que adeuda la empresa a cada empleado y los apenas 1.000 euros que la empresa está dispuesta a pagar, tal y como se refleja en la nómina que ilustra esta información correspondiente a un operario del servicio de limpieza viaria (barrendero).

999 euros

Según se refleja en esta nómina, de un operario con nueve años de antigüedad, la empresa abona una parte de la paga de productividad (867,9 €) correspondiente a los años 2014 a 2017, a la vez que le descuenta otros 639 euros de esa misma paga adelantados en 2016 y 2017. Abona también 276 € correspondientes a la paga de septiembre de 2015 a 2017 y la llamada ayuda de diciembre entre 2014 y 2017.

Por contra, la empresa no asume el abono de ningún capítulo salarial correspondiente a los años 2012 y 2013; tampoco hace frente al abono de las subidas salariales de los últimos siete años, subida que los trabajadores fijan en un 1,5% anual.

Con estas salvedades, finalmente el operario titular de la nómina que ilustra la noticia recibiría como atrasos de Limasa.