Son 270 metros cuadrados. En este espacio situado en la calle San Telmo, los notarios malagueños custodian desde 1908 los libros de protocolos notariales del último siglo. Es un archivo público donde se almacena parte de la historia de la ciudad en un local de lo que primero fue convento y después colegio gratuito de los Jesuitas y, tras la expulsión de la orden en 1787, Escuela Naval, más tarde Escuela de Bellas Artes y más adelante la Normal de Magisterio. Son los antecedentes inmediatos del actual colegio Prácticas nº 1, que comparte inmueble con el Ateneo, la Sociedad Económica de Amigos del País y el archivo notarial.

El claustro de profesores y el AMPA del centro escolar llevan dos años anhelando este local del Colegio de Notarios para ampliar allí sus dependencias. Quieren hacer una gimnasio o una sala de usos múltiples, que permita compensar sus evidentes deficiencias de equipamientos. En efecto, en el Prácticas nº 1, y así lo reconoce la propia comunidad educativa, existen «dificultades» para respetar «la normativa vigente en determinados apartados relacionados con las instalaciones educativas», si bien, destacan la excelente ubicación del colegio, en plena plaza de la Constitución. Por ello necesitan ampliar sus instalaciones y en su día solicitaron tanto al Ayuntamiento de Málaga como a la Delegación Territorial de Educación que iniciaran gestiones para que los notarios «devuelvan el espacio».

Sin embargo, no está nada claro que, en este caso, lo adecuado sea hablar de «devolución», puesto que el local lleva en manos del Colegio de Notarios desde hace más de un siglo, es decir, antes de que el Prácticas nº 1 existiese como tal (no así el uso didáctico del edificio). El archivo existe «desde que el colegio es colegio», señala Marcos Antonio Ruiz, su director, que encabeza esta reclamación, quien insiste en que este espacio sería idóneo para construir esta sala de usos múltiples, en beneficio de los alumnos, ya que cuando llueve «no pueden dar ni clases de educación física».

«La Delegación de Educación se comprometió a investigar la titularidad del recinto», explica el director. Fuentes de la Junta, por su parte, precisaron que «desde la Dirección General de Patrimonio se ha iniciado procedimiento para determinar con exactitud la titularidad de la totalidad de las dependencias del centro, ya que hay discrepancias respecto a la validez de la cesión a la que alude el Colegio de Notarios».

«Cuando dicha documentación esté debidamente actualizada se procederá a la reordenación de los espacios, dando prioridad al uso educativo de los mismos», sostiene la Junta.

Sin embargo, el archivo notarial no pertenece a la comunidad autónoma, sino al Estado. Es, por tanto, un archivo público donde se guardan todas las escrituras que se firman en la provincia en el último siglo, antes de ser trasladado al Archivo Histórico Provincial. Y fue cedido a los notarios a raíz de la Riá de 1907, que destruyó el anterior que se encontraba en el convento de Santo Domingo, en El Perchel, junto con la Trinidad, los dos barrios más afectados por estas históricas inundaciones. Federico Pérez Padilla es el notario archivero de Málaga y responsable del archivo. «No existe polémica puesto que el colegio no se ha dirigido a nosotros en ningún caso», aclara.

El Ayuntamiento de Málaga es la única administración que, según Pérez Padilla, ha escrito a los notarios. La concejala de Educación, Gemma del Corral, señala que el alcalde, Francisco de la Torre, tras recibir las reclamaciones de los padres del Prácticas nº 1, «se ofreció a mediar, sin conocer en profundidad los detalles». Incluso el Consistorio se ha ofrecido a ceder otro espacio a los notarios para alojar el archivo. «Nosotros no queremos perjudicar a los niños y no estamos enquistados. Si nos dan otro local con las mismas características, podemos plantear el traslado, pero mientras tanto, qué hago con más de mil tomos de protocolos notariales. No es un almacén ni un trastero. Es un archivo que mantiene a diario. No es que allí guardemos nuestras facturas», señala el notario.

Pérez Padilla tampoco considera que el Ayuntamiento sea la administración competente para propiciar este intercambio de locales, dado que el espacio que actualmente ocupa el archivo es estatal y custodiado por funcionarios públicos del Ministerio de Justicia. Lo mismo opina Del Corral, que asegura además que el Ayuntamiento no dispone de ningún local municipal que reúna estas condiciones en el Centro.

Los notarios recuerdan que, aunque haya un acceso tapiado desde el colegio, la puerta del archivo es independiente desde 1920 y se encuentra en la calle San Telmo. Alegan sus derechos históricos para custodiar en este recinto las escrituras de la provincia, destacan la importancia cultural del archivo, algo que comparte Gemma del Corral, que mantiene la disposición del Ayuntamiento a ayudar, aunque invita a la Consejería de Educación a que aporte alternativas «si al colegio le interesa ese espacio».

Del mismo modo, Pérez Padilla mantiene su ofrecimiento de colaboración, aunque insiste en que el CEIP no se ha dirigido ni a los notarios ni a la Dirección General del Registro Notarial. «He respondido al escrito del Ayuntamiento y en correspondencia, he informado al Consejo General del Notariado. Si el director del colegio quiere reunirse conmigo, lo atendería encantado también», concluye Pérez Padilla, que insiste en la disposición de ayudar al colegio, pero salvaguardando los intereses de los notarios.