El Ayuntamiento de Málaga, a través del Organismo Autónomo de Gestión Tributaria (Gestrisam), está reclamando a varios institutos de educación secundaria que desarrollan su actividad en la capital el pago atrasado de distintas tasas municipales que hasta ahora no pagaban. Exige el abono, con carácter retroactivo, de impuestos como Basuras, Actividades Económicas o de Entrada de Vehículos de los tres últimos años, lo que supone, en algunos casos, un desembolso directo e inmediato de más de 10.000 euros, que deja temblando los presupuestos anuales de estos centros educativos.

Gestrisam se está poniendo en contacto con los equipos directivos a través de carta y les está dando cita para que aporten la documentación requerida. «Están usando un tono que tampoco nos gusta. Con la amenaza de multa de forma permanente. En un estilo que nos alarma», manifiestan algunos directores consultados por La Opinión de Málaga. «Esto es demencial. El Ayuntamiento parece que ha iniciado una especie de campaña contra nosotros. Ahora nos reclama el pago de estos impuestos y es una cantidad muy importante», explica otro director, que lleva más de 25 años como responsable de equipos directivos en institutos de distintos municipios de la provincia «y jamás se nos ha exigido el pago de tasas de este tipo», añade.

Los directores insisten en que los institutos de enseñanza que representan «prestan un servicio público a los barrios y, por ende, a los vecinos donde se encuentran» y no entienden que el Ayuntamiento quiera ahora darle el mismo tratamiento tributario que a cualquier otra empresa.

«Si a partir de ahora nos quieren cobrar, que no apliquen la retroactividad», agrega otro de los directores que se han puesto en contacto con este periódico. Entre otras cosas, porque supone un desembolso inasumible para los limitados presupuestos con los que cuentan estos centros docentes y que, al contrario que ocurre con los colegios públicos de Infantil y Primaria, el mantenimiento corre a cuenta de la Junta de Andalucía. «Por eso pensamos que es un episodio más del enfrentamiento que existe entre las dos administraciones: Junta por un lado y Ayuntamiento por otro, que nos coge a nosotros en medio y nos obliga a pagar, de golpe, 10.000 euros o más, como ya se ha dado el caso. Es de locos. Un palo económico así nos hunde», se quejan.

Planes de inspección

Fuentes municipales del Ayuntamiento de Málaga explicaron por su parte que el Consistorio desarrolla planes de inspección tributaria de todos los tributos y tasas municipales. «En este caso estamos hablando de algunos institutos por la actividad que desarrollan aunque ésta sea del ámbito público», añaden.

Las mismas fuentes del Ayuntamiento malagueño recuerdan que «obligados a tributar estamos todos, tanto personas físicas como jurídicas y dentro de las jurídicas, públicas y privadas». «Lo deseable es que de oficio los obligados tributarios se dieran de alta en las tasas que tienen que pagar», agregan en Gestrisam y recalcan que si el Ayuntamiento reclama este dinero es porque «al no hacerlo ellos de oficio, como era su obligación, cuando hay un plan de inspección tributaria no se da de alta se le aplica con carácter retroactivo a 4 años».

Obligados a comparecer

Es decir, que los directores de los institutos están obligados a comparecer ante la Inspección en la fecha de la cita o a enviar un delegado debidamente acreditado aportando documentos como la superficie útil de las edificaciones destinadas a la enseñanza, la destinada a actividades deportivas o de recreo, la de otros áreas dedicados a viales, zonas de seguridad o jardines o la superficie de aparcamientos, número de plazas delimitadas o longitud de entrada de vehículos.

«En todos mis años como profesor no he visto nunca que en ningún sitio se nos reclamara a los institutos el pago de estas tasas. No tengo constancia de que existan antecedentes. Nunca antes se nos había exigido», concluye un director. «La gran pregunta es por qué no se nos ha pedido que pagáramos anualmente», agrega.