Un deseo viable, una ambulancia en la que transportar al paciente que no puede hacerlo por sus propios medios y mucha ilusión. La Fundación Ambulancia del Deseo nació en noviembre en Murcia y ya ha ayudado a una decena de personas de toda España a cumplir sus deseos, un proyecto solidario que trabaja ahora para abrir una base en Málaga y que ya ha realizado su primer deseo con ayuda de profesionales sanitarios de la Costa del Sol.

El encargado en redes sociales de la fundación y enfermero de Urgencias del Hospital Costa del Sol de Marbella, Juan Carlos Miranda, detalló que Abdeslam ha sido el primer hombre al que han tenido que ayudar desde Málaga. Enfermo con un cáncer terminal e ingresado en el hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid, su deseo era pasar en Tánger sus últimos días rodeados de su mujer y parte de su familia. «Por la logística era más fácil hacerlo desde el sur», expresa Juan Carlos. Para ello contaron con la colaboración de la empresa Asistencia de Ambulancias malagueñas, que cedió la ambulancia sin problema, y un técnico de emergencia y una facultativa que conocían a Juan Carlos se prestaron de manera desinteresada a ayudar a Abdeslam. «Nos decía llorando y lleno de emoción que no entendía por qué hacíamos esto a cambio de nada», recuerda Juan Carlos.

La madrugada del pasado sábado, día 19, pusieron rumbo a Madrid desde Málaga para recogerlo por la mañana temprano en el hospital, tras estudiar el caso con los especialistas y ver que era posible. Ese mismo sábado, por la noche lo dejaron en el puerto de Tarifa donde le esperaba un familiar para coger el ferry e ir a su casa. Desde allí también agradeció el esfuerzo. «A pesar de las horas, el viaje en la ambulancia fue muy bien», recordó Juan Carlos.

Abdeslam es uno de los diez casos que han abordado en su escasa trayectoria. Ana, una mujer de más de 80 años que vivía a solo media hora del mar en Murcia y con problemas de movilidad, ha podido ver por primera vez el mar gracias a la Ambulancia del Deseo. O Zoila, una mujer ingresada en Madrid con un tumor terminal, que quería despedirse de su madre en Barcelona, la cual no podía acercarse a la capital porque también estaba enferma. Un abrazo necesario y cargado de emoción que ha llegado gracia s a ese trayecto en ambulancia. Al igual que aquel hombre con demencia que en sus momentos de lucidez siempre recordaba su pueblo de la sierra en Asturias y ha podido regresar para encontrarse consigo mismo.

«Nuestro objetivo es hacer ese trayecto en ambulancia y llevarles a ese lugar al que no pueden ir por falta de recursos o medios», explica Juan Carlos, y todo ello sin pedir nada a cambio. Los casos se estudian y se coordinan con los hospitales o médicos que trabajan con ese paciente. En caso de ser viables, nada impide que la ambulancia los cumpla.

El equipo compuesto por cuatro personas al cargo de la dirección y otras siete personas más, gran parte de ellos del ámbito sanitario, tiene una lista de deseos pendientes por toda la geografía española. Es por ello que su próximo objetivo a nivel de organización es crear una base en Málaga, lugar desde el cual gestionarán los casos que competen a Andalucía. Además, esperan crear convenios con las instituciones de la comunidad y la Consejería de Salud para facilitar su labor y seguir cumpliendo deseos.

Hace unos días que han adquirido su primera ambulancia en Murcia. Hasta ahora han contado con la solidaridad de las empresas de ambulancias de las ciudades a las que han tenido que desplazarse pero su idea es tener sus propios recursos. Una gestión que hasta ahora se mantiene con donaciones de particulares y patrocinadores, pero que esperan ampliar esa red para tener más recursos económicos y llegar a más sitios.

¿Cómo surge la fundación?

La Ambulancia del Deseo acaba de aterrizar en España pero es original de Holanda, donde un técnico de ambulancia creó esta asociación a raíz de una experiencia personal con un paciente al que ayudó a volver a ver el mar. Ahora está en 12 países.

En España, un grupo de profesionales sanitario de urgencias, en su afán por humanizar dicha área, crearon el primer congreso internacional de humanización de urgencias y emergencias en Murcia, en 2017, al que acudió el fundador de la Ambulancia del Deseo, Kees Veldboer, para dar una ponencia.

Fue la primera vez que todos esos profesionales con ansias de ayudar escucharon hablar sobre ese proyecto. Ahora lo lideran en España. Por muchos deseos más.