El cáncer sigue siendo uno de los grandes males a los que se enfrenta la humanidad. Los casos diagnosticados han aumentado un 12% en los últimos cuatro años, un incremento que es el doble en mujeres que en hombres, un 17,4% frente a un 8,2%. Hoy, en el Día Mundial contra el Cáncer, cabe recordar que a pesar de que cada vez son más las personas afectadas, también lo son las que lo superan con valentía y coraje. Un claro ejemplo, es el de María Sánchez, una andujareña y antequerana de corazón que pasó de convivir en su infancia con el cáncer a luchar para conseguir sus sueños, formarse y convertirse en modelo y ahora, Miss Grand Málaga 2018.

Todavía le quedan unos meses de los que disfrutar de la corona de uno de los concursos de belleza más importantes del panorama nacional, hasta que en abril le releve a una nueva belleza. Pero para ella, no sólo ha sido un logro momentáneo, es algo por lo que ha trabajado y luchado día a día en sus 27 años de edad, conseguir lo que ella quería.

Esta joven, ahora nombrada como la más guapa de Málaga, comenzó su andadura con el cáncer cuando tan sólo a los tres años de edad le diagnosticaron un neuroblastoma en el mediastino, es decir, un tumor maligno en la zona del tórax . A partir de ese momento, siete años de su vida transcurrieron en el Hospital Niño Jesús de Madrid, donde convivió con tratamientos experimentales, sesiones de radioterapia, quimioterapia y trasplantes de médula, pero donde también supo vivir la vida y apreciar todos y cada uno de los momentos. "La mayor parte del tiempo estaba ingresada e incluso tenía clases en el hospital, sólo algunas veces asistía a clase y en la medida de lo posible intentaba hacer vida normal", señala María.

Para ella fue una infancia como la que cualquier otro niño podía tener, ya que el ambiente en el que creció era lo normal. A estos años tan normales, a pesar de su duro día a día contribuyeron sus padres, los cuales hicieron de su vida una como la de cualquier otra niña de su edad. "Es importante que los padres no sufran por lo que puedan pasar sus hijos al contrario, deben brindarles amor y alegría, porque es lo único que ellos percibirán".

Estar en el hospital y bajo tratamiento no le impidió disfrutar de sus sueños y de lo que le gustaba, la moda. "Recuerdo que ya desde pequeña las enfermeras de la planta me disfrazaban y pintaban para que yo desfilara y, ¡a mi me encantaba! Yo lo viví como algo normal, era mi forma de vida y pensaba que todos los niños y niñas al igual que yo lo pasaban, como si fuera una varicela".

No fue hasta los diez años, cuando se recuperó y le ganó la batalla al cáncer. A partir de ese momento, María lo tenía claro: quería ayudar en la medida de lo posible a todos los que padecían la enfermedad. Para ello, se puso manos a la obra, preguntando si era posible donar sangre u órganos, pero la respuesta era que debido a la enfermedad que había sufrido durante siete años, esa opción era impensable. Fue entonces, cuando decidió ser donante de pelo. "Era lo único que podía hacer al respecto, y me puse manos a la obra. Cada vez que mi cabello coge largura suficiente, lo corto y lo dono a Mechones Solidarios, a los que llevo entregándole mis mechones más de quince años", cuenta María.

A estas ganas de ayudar le acompañaron las de superación personal e insistencia en el mundo de la moda de pasarela, en la cual no ha podido desarrollarse debido a las exigencias de altura."Para dedicarte a ello tienes que tener una altura mínima y yo no he llegado. Debido al cáncer que tuve, los problemas y desviaciones en las espalda, las cuales han hecho que mi estatura original que serían 1,75 centímetros se redujera a 1,65, por lo que no me aceptaban". Ello, no le ha impedido trabajar como modelo en el mundo de la fotografía desde hace ya varios años y conseguir este gran Miss Grand Málaga 2018.

Ahora coronada, titulada en magisterio y casada, tiene algo muy claro: el valor del día a día."Pasar por esa parte de mi vida me ha hecho convertirme en lo que soy ahora, si no hubiera pasado por ello, no pensaría como ahora, ni valoraría como lo hago cada una de las cosas", destaca.

Su vida, es ejemplo de superación para cada uno de los niños y niñas que estén pasando por el largo camino de lucha contra en cáncer y tengan sueños por cumplir. A todos ellos, María Sánchez aconseja que "sean felices y disfruten las oportunidades que le brinda la vida, así como que vayan con actitud y pisando fuerte, ya que es la clave para conseguirlo todo. La actitud, es una magnífica fortaleza que tiene el ser humano y que le hace superar todo lo que se proponga".

¿Cómo donar tu pelo?

María Sánchez comenzó hace más de diez años a donar sus mechones cada vez que su pelo alcanza una longitud considerable para poder cortar lo mínimo que se necesita, treinta centímetros. Para donar cabello, según la Asociación de peluquería Internacional de Arte e Imagen, creadora del proyecto 'Mechones Solidarios', es necesario que el pelo se encuentre limpio y seco, y que no esté tratado con henna, además también su longitud debe ser como mínimo de 30 centímetros y los mechones deben estar a la misma altura guardados como coleta o trenza.

Para cortarlo, se pueden asistir a alguno de sus diferentes eventos que organizan en todo el país, asistir a una de sus más de 1.200 peluquerías solidarias o enviarlo mediante correo postal a la Calle Niño de Gloria número 3, código postal 29003, Málaga.