Los vecinos expresaron ayer «su indignación y enfado», pues se reunieron el 27 de diciembre con representantes del PP en el Ayuntamiento, el promotor y sus asesores técnicos y legales y dicen haberse dado cuenta de que «todo lo que se habló en relación a garantizar la seguridad y la inocuidad de la instalación» ha quedado en papel mojado. Así, ahora temen haber sido «engañados con una reunión que simplemente tuvo la función» de calmar a los residentes «a modo de encerrona, mientras se preparaba esta votación sorpresa», de la cual dicen haber tenido conocimiento un día antes de que se lleve a pleno.

Los vecinos han revisado la memoria en base a la cual se va a votar hoy la instalación de la gasolinera, y dicen haberse encontrado «numerosas deficiencias, contradicciones, incongruencias, así como varias consideraciones que ya han sido trasladadas a todos los partidos del Consistorio, las cuales podrían derivar» en la impugnación de la licencia. Una de estas afirmaciones es «preocupante». En el proyecto medioambiental, por ejemplo, se dice: «Únicamente es susceptible de originar accidentes de origen artificial como incendios o explosiones, estos accidentes se pueden provocar por el tipo de sustancias que se almacenan y comercializan, así como por los vapores que estas generan durante la carga de los depósitos del 50 m3 o el repostaje de los vehículos». «Esto provoca alarma» entre los vecinos, señalan. «De la misma forma, en el apartado de ubicaciones cercanas susceptibles de ser afectadas por las emanaciones de gases o la actividad en sí de la gasolinera, no están incluidas las viviendas cercanas (algunas de ellas a menos de 25 metros), parques infantiles, gasolineras», subrayan.