El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, apuesta en relación con los antiguos terrenos de Repsol por la potenciación de las oficinas y, para ello, propone rebajar el número de viviendas residenciales libres, elevando hasta los 130.000 metros cuadrados el uso terciario. El objetivo es que este espacio «juegue un papel dinamizador de la economía» de la ciudad.

Así lo afirmó ayer el alcalde, que dijo que trata de convencer para esta propuesta a la Sareb, que tiene derechos sobre vivienda y la gran torre de más de 30 plantas.

Al respecto, explicó que esta pasada semana ya le planteó y habló en Madrid con una representación de la Sareb, aprovechando la coincidencia en un acto. Asimismo, incidió en que «estamos en contacto para formalizar estas ideas» e insistió en que «están ellos en esa reflexión». De la Torre detalló que en los 130.000 metros cuadrados se trata de hacer «un producto que sea muy sólido, que no apueste por viviendas, sino más por oficinas; además de algo comercial, no mucho pero sí lo justo para dinamizar la zona y oferta hotelera». «Eso es lo que encaja», dijo.

De igual modo, confirmó que siguen en marcha las 400 viviendas de protección oficial (VPO) ya previstas en el plan.