Unas 150 personas se han concentrado este sábado en el comienzo del Palmeral de las Sorpresas en el acto convocado por la plataforma ciudadana Defendamos Nuestro Horizonte, contraria a la construcción del rascacielos del Puerto. Un número bastante menor a las cerca de 400 que congregó la primera concentración en el mismo lugar en noviembre de 2017.

Juan Antonio Triviño, portavoz de la plataforma, restó importancia al número y subrayó que el motivo principal era recabar alegaciones que se presentarán antes del próximo 8 de abril, contrarias al proyecto y que los asistentes estaban rellenando en una mesa de recogida. Triviño señaló que el sitio elegido para el acto, a la entrada del Puerto, "no es causal porque pone por delante de los ciudadanos lo que muchos turistas ven que es la postal de Málaga, con esa Farola y horizonte limpio detrás, cuando lo que quieren es "romper esa Farola".

El portavoz de la plataforma mostró su extrañeza porque "partidos que no se ponen de acuerdo (en alusión a populares y socialistas) estén a partir un piñón desde el primero momento", con este proyecto. "Huele, no a razones técnicas ni a creación de riqueza sino a un acuerdo entre políticos; no huele bien", subrayó.

Además, aprovechó la cercanía de las elecciones municipales para reclamar "a todos los candidatos, que en esta ocasión no pasen de puntillas y se posicionen sobre el rascacielos". En este sentido, anunció que la plataforma ciudadana convocará a los candidatos a una mesa para que tomen postura.

En la misma línea, el portavoz del grupo municipal Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, reclamó que todos los partidos "incluyan en su programa su punto de vista sobre el hotel del Puerto, para que la ciudadanía tenga conocimiento".

Además, anunció que su grupo pedirá reunirse tras las elecciones con el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, para conocer su postura. "Lo que está claro es que existe controversia entre votantes de todos los partidos", recalcó, por lo que reclamó que el proyecto se dilucide en una consulta ciudadana.

También acudió a la concentración el exconcejal socialista y experto en Turismo, Rafael Esteve Secall, que informó de que ha presentado 15 folios de alegaciones contra lo que considera "la barbaridad de la petrotorre hotelera, que en realidad es un negocio comercial y urbanístico enmascarado de hotel". A este respecto, detalló que en los planes de rentabilidad a 50 años del proyecto, "el 55 por ciento de la rentabilidad provendría del centro comercial y solo el 45 por ciento del hotel, cuando además el volumen de superficie comercial es del 30 por ciento".

El arquitecto Luis Ruiz Padrón, colaborador de La Opinión y autor de una tesis doctoral sobre la imagen de Málaga reflejada en grabados y pinturas a través de los siglos declaró que el modelo al que debe aspirar la ciudad, "es un modelo muy alejado de ejemplos como los de Dubai, Hong Kong o Singapur; el modelo al que debe aspirar Málaga es a una ciudad europea y mediterránea que protege su paisaje y su cultura, y uno de sus máximos valores es el horizonte del mar y su paisaje".

Para Luis Ruiz Padrón, que tachó el rascacielos de "despropósito" y "disparate urbanístico", el barrio de La Malagueta, "no debe ser un ejemplo, no hay que continuarlo sino ponerle alrededor un cordón sanitario y evitar que se reproduzca".

Cerró el acto el periodista Teodoro León Gross, que criticó que se quiera "modificar el paisaje de la ciudad por miopía cortoplacista". Además, calificó el proyecto de "impuesto a la ciudad, no por la ciudad" y habló de "de un Urbanismo que se sirve de Málaga".

Por eso, resaltó que "es la hora de decir "a las autoridades sin 'auctoritas' que el paisaje de la ciudad es nuestro o debería ser nuestro, lejos de la tentación de privatizarlo".

El periodista criticó las "puñaladas de cemento en nombre del pelotazo" que han dañado la imagen de Málaga y advirtió que "no se puede hacer una ciudad como si no tuviera alma, solo cuenta de resultados".

Además de hacer un repaso a algunas actuaciones urbanísticas del pasado como la "Casa de la Incultura" y el Astoria, se preguntó "cómo es posible que instituciones" que bloquean proyectos, esta vez hayan eliminado los obstáculos "como por ensalmo". "Tener demasiadas dudas es tener demasiadas sospechas".

Teodoro León criticó con dureza el que algunos políticos hayan ignorado el informe contrario al rascacielos de Incomos, el organismo asesor de la Unesco y recordó que éxitos como el Palmeral de las Sorpresas o el Museo de la Aduana se han debido a la reclamación ciudadana, no a los políticos.

"Tenemos la razón de nuestra parte y la pasión", subrayó.