El Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) ha respaldado la solicitud presentada el pasado 27 de mayo a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía por los profesores de la UMA Francisco Rodríguez Marín, Matías Mérida y por el empresario Francisco Sánchez, para que La Farola de Málaga sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento.

Al apoyo de Icomos, organismo asesor de la Unesco, hay que sumar el de otras diez instituciones y colectivos, en concreto, la Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía; la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo; la Academia Malagueña de Ciencias; el Ateneo de Málaga; la Sociedad Erasmiana de Málaga; la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga; la Fundación Aduana-Museo de Málaga; el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Málaga; la Delegación Territorial de Andalucía del Colegio de Geógrafos de España y Málaga Monumental.

Por este motivo, los promotores de la iniciativa y del informe de 62 páginas enviado a la Junta para argumentar la declaración de BIC han solicitado hace unos días que a la documentación se incorporen estos apoyos.

«Hay otros apoyos que no han llegado a tiempo, algunos internacionales, y en septiembre haremos una nueva entrega», explicó a este periódico el profesor Francisco Rodríguez Marín.

Más protección

En el informe, adelantado por este periódico el pasado 29 de mayo, se argumenta que aunque La Farola se encuentra registrada en la base de datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía, algo que hace imposible su demolición, la protección no garantiza «la conservación de sus valores simbólicos, a través de la declaración de un entorno de protección, o la protección de los bienes inmuebles que se consideren parte indisociable de su arquitectura».

Como recordaba Francisco Rodríguez Marín el pasado mes de mayo en este diario, si La Farola contara con un entorno de protección, no es que en él no se pudiera construir, «pero sí que la comisión provincial de Patrimonio o en este caso el Ministerio de Cultura tiene que autorizar para que no la agreda».

Otra de las consecuencias de la declaración de Bien de Interés Cultural es que La Farola no podría perder su maquinaria de señales, para así proteger su función, algo en lo que el PGOU no entra. «La Farola está en uso y nos parece importante que esa seña de identidad se mantenga», declaró.

Los autores del informe señalan que en La Farola, que en 2017 celebró el 200 aniversario, se da «la concurrencia de valores patrimoniales abundantes y suficientes para que sea declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento».

Otra de las razones para promover esta declaración es el «deterioro interior del inmueble», del que el informe aporta varias fotos.

La Farola es obra del ingeniero militar coruñés Joaquín María Pery y fue inaugurada el 30 de mayo de 1817, día de San Fernando, en honor de Fernando VII. La planta baja se le añadió en 1854 y la planta alta hacia 1915. La primera mención escrita de la «farola» es de mediados del XIX.

Con motivo del bicentenario el entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, anunció un proyecto museográfico por 800.000 euros.