La Comisión de Economía y Hacienda que se celebra el próximo lunes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento dará cuenta del acuerdo, ya aprobado por unanimidad en pleno, sobre la asignación prevista para que los grupos de la oposición, este caso el PSOE y Adelante Málaga, la confluencia que agrupa a Podemos e Izquierda Unida, puedan contratar un mínimo de tres asesores, esto es dos técnicos y un administrativo, toda vez que los cargos eventuales, que perciben sus emolumentos de las arcas del Consistorio han quedado reservados para el PP y Ciudadanos, su socio en el gobierno de coalición. Este es el último trámite.

Así, para tramitar esta asignación se realizó un expediente de modificación de crédito en relación al presupuesto de 2018, que está prorrogado, ya que la anualidad han de percibirla pronto para comenzar con las labores de oposición lo antes posible. De hecho, estos técnicos se encargan, fundamentalmente, de asesorar a los concejales, estudiar y analizar informes y expedientes de todo tipo, aunque principalmente urbanísticos, con el fin de realizar iniciativas en las diversas comisiones, plenos y que los ediles hablen con fundamento en los distintos consejos rectores y de administración de las empresas y organismos públicos. Son, como reconoció el propio alcalde, Francisco de la Torre, fundamentales para apuntalar la labor de oposición y fiscalización del equipo de gobierno.

Esta iniciativa, ya aprobada en el pleno en el que los ediles también acordaron subirse el sueldo un 20%, va dirigida a que los grupos puedan acometer los gastos de funcionamiento correspondientes. Así, cada grupo recibirá una cantidad fija mensual de 7.322,67 euros con carácter general, a la que hay que sumarle otros 12.000 euros destinados «exclusivamente para el pago de personal técnico o administrativo contratado a partir del 1 de agosto de 2019 y condicionado a la existencia de crédito», consta en el expediente de modificación crediticia, al que ha tenido acceso este periódico. A todo ello hay que sumar una cantidad fija mensual por concejal de 500 euros.

A este pacto se llegó tras varias reuniones en Junta de Portavoces y ser apoyado por la mayoría del pleno, salvo por Adelante Málaga, que dio su voto en contra porque, pese a estar de acuerdo con esta parte, no lo estaba, tras consultar con las organizaciones que la conforman, con la subida salarial de los concejales. Este dinero, según la oposición, no es la panacea, porque los empleadores son los propios grupos y además, «como debe ser», está fiscalizado por el Ayuntamiento, pero si hubiera cualquier problema laboral los responsables serían ellos. Lo ideal, mantuvieron, es que los cargos de confianza fueran pagados con dinero llegado directamente desde las arcas consistoriales, aunque ello no pudo cerrarse.