En 1943, los turistas guardaron los bañadores y cerraron las maletas porque el Hotel Caleta Palace, una de las obras más hermosas de Fernando Guerrero Strachan, se transformó en el Sanatorio Francisco Franco, de la Obra Sindical 18 de julio.

Desde ese año y hasta 1989, cientos de malagueños vinieron al mundo en unas habitaciones que antes habían alojado a turistas y visitantes de muchos rincones del globo.

El grupo de Facebook 'Nacidos en el Hospital 18 de julio-Málaga', iniciado el mes pasado, quiere reunir a todos los malagueños que nacieron en esta joya de Strachan, a las madres que dieron a luz y al personal del antiguo hospital. Ya cuentan con unos 800 miembros.

«Yo nací en el Sanatorio 18 de julio el 8 de junio de 1965 y pesé cinco kilos y medio, pero es que además aquí murió mi padre, Enrique Díaz, en 1982, así que al edificio me unen muchas cosas», confiesa José Antonio Díaz, promotor de la iniciativa.

La idea de reunir a los nacidos en el antiguo sanatorio -desde 2007 sede de la Subdelegación del Gobierno- ha sido muy bien recibida por la actual subdelegada del Gobierno, María Gámez: «Esto es una iniciativa ciudadana que la queremos incardinar en dar a conocer la importancia del edificio», explica.

De hecho, con anterioridad la Subdelegación expuso este mismo año fotos históricas del primitivo Hotel Caleta Palace y su antecesor, el Hotel Hernán Cortés; dedicó una jornada a explicar por un lado la historia del edificio y por otra a repasar los principales gobernadores civiles y subdelegados en la historia de la provincia, y en la última Noche en Blanco organizó visitas guiadas por la planta baja.

Además, promovido por la Subdelegación del Gobierno, está en marcha un libro con motivo del centenario del edificio, del que es autor Antonio González Villena y que probablemente se presente después del verano.

A este respecto, el propio autor precisa que aunque siempre se aseguró que el Caleta Palace abrió sus puertas en 1920, «por los documentos originales que llegan a mis manos resulta que ya se habla del Caleta Palace en 1918, a causa de una denuncia por obras sin permiso; interpreto que pagaron una sanción porque sacaron el permiso de obra cuando estaba el hotel terminado; por los documentos consultados, en 1919 el hotel ya estaba funcionando», subraya.

La subdelegada María Gámez quiere que a la presentación del libro se sume, quizás en una fecha diferente, la reunión de los nacidos en el sanatorio, las madres que dieron a luz y el antiguo personal del hospital, en la que no faltarán una tarta para celebrar la ocasión ni una foto de familia.

Como explica José Antonio Díaz, ha podido localizar al primer niño nacido en el sanatorio. Se trata de Rafael Moreno Aranda, que vino al mundo el 14 de marzo de 1943, y al que la Sección Femenina le regaló un ajuar, por ser el primero. «Lo curioso es que nace allí por casualidad, porque la partera de La Araña estaba mala y la madre decidió dar a luz en el hospital», cuenta José Antonio.

Entre las historias recogidas en el grupo de Facebook, explica que hay malagueñas «que parieron en el hospital tres veces, que nos cuentan que estaba muy bien y que los médicos eran muy atentos y que era muy distinto a todo lo demás, sobre todo en comparación con el Hospital Civil, porque aquí tenían habitaciones de dos o tres camas; era más personal, más hotel».

El escritor Antonio González destaca que supuso una gran novedad en esa Málaga que todavía no había levantado el Hospital Carlos Haya. «Se abrió el servicio de rayos X, había quirófanos, servicio de odontología que no había ninguno en Málaga.. se abrió un hospital 'a la última moda', con aparatos traídos de Alemania», resume.

El sanatorio contaba con los servicios auxiliares de las religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente Ferrer, «de las que cuentan que tenían muy buena reputación», comenta José Antonio Díaz.

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«Algo muy malagueño»

Entre las anécdotas del grupo, la imagen del médico escuchando a través de una trompetilla el latido del niño a punto de nacer. Claro que no todo fue a las mil maravillas y también hay recuerdos malos de algún médico «que no era demasiado profesional, pero prevalecen las historias buenas. Además, a raíz de este grupo se ha despertado un sentimiento de que el edificio de Strachan es algo muy malagueño; mi percepción es que la gente está orgullosa de formar parte de la historia del hospital», destaca.

Otra anécdota que resalta, muy conocida, es la de Matías Ortega Ruiz, el famoso Matías de los improvisados discursos callejeros, que en una ocasión en que viajaba en tranvía en dirección al sanatorio, escuchó que una mujer preguntaba: «¿Por favor, falta mucho para el 18 de julio?». Y Matías, veloz como el rayo, le replicó que bastante, puesto que faltaban varios meses.

En el grupo de Facebook, cuenta el promotor de la idea, hasta la fecha hay malagueños nacidos en todos los años de funcionamiento del sanatorio hasta 1979, «y es muy curioso que sólo hay una persona que nació el 18 de julio».

Además de recabar historias, el grupo de Facebook quiere recibir fotos de los protagonistas y ofrece el correo electrónico nacidosenel18dejulio@gmail.com.

A finales del XIX, en la misma parcela vecina del arroyo de La Caleta se levantaba el modesto ventorrillo de Cayetano, que dio paso más tarde al Hotel Hernán Cortés y en 1919, al Hotel Caleta Palace. A partir de 1943 cedería el sitio a un ejército de cunas, pañales, biberones y noches en vela.

Dejó de ser fuente turística de ingresos para ser nada menos que fuente de vida.