El asesinato de un policía nacional en mayo de 2014 a manos de un indigente alemán con problemas mentales en Carretera de Cádiz abrió el debate sobre los equipos de protección que llevan los agentes en la calle, no sólo en el Cuerpo Nacional de Policía sino en todas las fuerzas de seguridad. El Ayuntamiento, de hecho, se puso manos a la obra y ya ha logrado que toda la plantilla de la Policía Local que patrulla la vía pública tenga chalecos antibalas. En total, y desde 2015, se han entregado 841 por un importe de 648.089 euros. Ayer se hizo la última entrega, con 253 y una inversión de 171.420,70 euros.

Fue el alcalde, Francisco de la Torre, acompañado del concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, el que entregó los chalecos. En la última partida, se incorpora la previsión de 90 chalecos de protección personal con los que se dotará a los 90 nuevos agentes que se incorporan tras superar la oposición de 2018. «Estos chalecos representan una mayor seguridad para vosotros, cada vez más queridos y respetados por la gente, y ahora con los desfibriladores en los coches, tenéis una imagen mejor», precisó el regidor, para luego desearles a los agentes que no tengan que usar estos chalecos y no deba demostrarse su calidad. El regidor recordó que se compran a una empresa finlandesa, la mejor del mundo, y que se ha tardado cuatro años porque la compañía tenía tal demanda que no podía atender todas las peticiones, así como que también ha habido diversos errores en algunas de las entregas, ya que algunos de los chalecos no superaron los exigentes test que se les realizan.

Entre las características técnicas y composición de los nuevos chalecos de seguridad destaca que tienen un diseño confortable para facilitar el desempeño de todo tipo de acciones policiales y la conducción. Está compuesto de dos paneles, frontal y trasero, unidos entre sí por un sistema de velcros situados en los hombros y la parte frontal del abdomen y acoplados en unas cintas elásticas que permiten su regulación o ajuste. Su diseño permite el solapamiento de los paneles en ambos sentidos, de adelante hacia atrás y viceversa, garantizando la protección lateral total del cuerpo en 360 grados, mediante cierre abdominal con velcro de alta resistencia de color negro. Cada panel de protección está compuesto por un único paquete de material balístico resistente al calor y al frío, anticuchillo y antipunzón de una sola pieza, sin cortes, contando con el mínimo grosor y la mayor flexibilidad posibles.

Asimismo, se han adquirido un total de 384 fundas externas 3D, cuyo tejido inferior está formado por una serie de celdas a modo de colmena con un grosor y consistencia adecuados para permanecer rígido, creando una cámara de aire entre la parte del tejido 3D en contacto con el cuerpo del agente que porte el chaleco y la parte de la funda en contacto con los paneles balísticos. Este novedoso sistema usa un tejido ligero y resistente, altamente transpirable, permitiendo la circulación constante de aire e impidiendo la proliferación de moho, ácaros y bacterias, ya que este sistema mantiene la funda oxigenada, libre de humedades y olores corporales, proporcionando, además, su textura acolchada una gran confortabilidad y frescura. Estas fundas serán usadas para renovar los chalecos más deteriorados.