La Guardia Civil ha desarticulado una organización internacional dedicada al robo y venta ilegal de vehículos entre España y varios países europeos. Los agentes han detenido a 40 personas, 8 de ellas en Francia, todos considerados responsables de la sustracción de 118 vehículos en España.

Los detenidos, de nacionalidades española, rumana, argentina y búlgara, habrían obtenido más de 4.500.000 euros de beneficios con la venta de los vehículos robados, según ha informado el Instituto Armado en nota de prensa. En la operación «Volteda-Duplare» han participado la sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) y el sector de Tráfico de la Guardia Civil de Madrid, con la cooperación de distintas unidades de Gendarmerie de Francia y de la Policía de Alemania coordinadas por Europol.

Los detenidos actuaban especialmente en áreas residenciales y empresariales de Madrid. Para estudiar la rutina de su propietario, en ocasiones colocaban un dispositivo GPS en el vehículo, que dejaban instalado para poder robarlo de nuevo si era recuperado por la guardia civil. Una rama de la organización utilizaba dos grúas de asistencia en carretera para simular una asistencia real mientras sustraía los vehículos seleccionados. Una vez en su poder, trasladaban los coches a una finca privada de Torrejón de Velasco (Madrid) donde falsificaban todos sus elementos y marcas de seguridad.

Otro modus operandi practicado por la banda consistía en alquilar vehículos de la marca y modelo elegidos, trasladarlos a distintos países europeos y allí dejar pasar el plazo de entrega para matricularlos con documentación robada de otros vehículos con las mismas características. Finalmente, los detenidos cambiaban la titularidad de los vehículos robados. Para ello solicitaban informes a la DGT a través de una gestoría online de la provincia de Málaga, y por menos de 10 euros que cuesta cada informe, la banda conseguía todos los datos necesarios para falsificar la documentación.

De esta manera, tras intercambiar la matrícula y el bastidor de los vehículos robados por los de los legales, permitían la circulación de dos vehículos distintos con los datos de uno solo. Esto motivó que los legítimos propietarios recibiesen denuncias de tráfico procedentes de provincias en las que no habían estado.

ITV

La organización delictiva también utilizaba documentación de vehículos de Alemania o Suecia para adjudicarla a vehículos robados en España e introducirlos a la legalidad a través la ITV. Con un informe favorable, los registraban administrativamente como procedente de esos países, cuando en realidad, nunca habían salido de España. De hecho, la investigación se inició cuando, a principios del pasado año, la Guardia Civil detectó una ITV ubicada en Madrid en la que varios usuarios estaban utilizando documentaciones de vehículos sustraídas en Alemania. Investigaciones posteriores revelaron que el modus operandi había sido utilizado en numerosas ocasiones y en distintos lugares, pero siempre por el mismo grupo de personas. Una vez superados todos estos trámites e introducidos los vehículos al cauce legal, eran expuestos en concesionarios españoles, en compraventas franceses y en Internet con un precio de venta ligeramente inferior al de mercado, para cerrar su venta cuanto antes.