Investigaciones no ratificadas por la Ciencia aseguran que el político español pierde una media de cinco palabras al día, hasta alcanzar la meta de una pobreza idiomática que le permite alcanzar los más prestigiosos foros públicos.

En esa merma diaria del vocabulario deja por el camino verbos y expresiones como dignificar, resaltar, realzar, embellecer o destacar su importancia para sustituirlos por la expresión francesa 'poner en valor'.

Siguiendo esta investigación no ratificada por la Ciencia, el político español, y en particular el malaguita, no regresa a casa sin haber soltado a lo largo de la jornada, unas cuarenta veces de media, el dichoso 'poner en valor' y si acaso, en un alarde de creatividad, lo alterna con 'puesta en valor'.

Estas prácticas le asegurarán sin duda una larga carrera en la concatenación de cargos públicos sin oposición hasta jubilarse, que es lo que domina en la política española desde hace 20 años sin que nadie rechiste.

Y sin embargo, pese a cansar al personal con esta expresión, nadie se ha preocupado en el último año porque se haga realidad la 'puesta en valor' de un cariacontecido símbolo de Málaga, la parroquia más antigua de la ciudad, que continúa pintarrajeada y vejada hasta extremos preocupantes.

Declarada Bien de Interés Cultural desde 2006, a su pedigrí hay que sumarle la conocida circunstancia de que Pablo Ruiz Picasso fuera bautizado en ella.

Pero todos estos méritos y reconocimientos se quedan en agua de borrajas cuando los miles de turistas que pasan por la calle Granada comprueban, atónitos, el grado de vandalismo pictórico que exhibe la maltratada parroquia de Santiago.

Situada en el camino entre la Catedral, el Museo Picasso y la casa natal del pintor, tanto a la Diócesis de Málaga como a nuestros cargos públicos parece tocarles un pie esta circunstancia, de ahí que este monumento de nuestro Patrimonio no gane para sustos ni pintadas.

Porque animales de granja sin identificar se han dedicado a cubrir casi todo el lateral de la calle Santiago con pintadas de todo pelaje, incluida una de inspiración renacentista, escrita en inglés, que reza 'Fuck the Police'. Pura sensibilidad.

También ha habido cabestros que se han atrevido con la fachada, de ahí que algún homúnculo haya dejado su zarpa pictórica a ambos lados de una hornacina con una imagen de la Virgen.

Es muy triste tener que convivir con estos merluzos, pero también lo es comprobar que siguen pasando los meses y todos nuestros organismos públicos y el Obispado siguen observando la luna o los fuegos artificiales.

Málaga está en Feria, miles de personas nos visitan y para corresponder, la parroquia de Santiago sigue en un estado vergonzoso que evidencia el pasotismo institucional.

¿Poner en valor?, y un cuerno.