Tras subir una pendiente que parece conducir al cielo y rodeada de naturaleza, aparece una enorme casa con una valla de colores que da la bienvenida a las familias y niños. Al entrar, todo está listo para ellos. Un cartel te invita a sonreír y a él le acompañan decenas de dibujos que han hecho los niños y que acompañarán a los nuevos inquilinos durante un tiempo. La casa Ronald McDonald huele a vida, a convivencia... y a hogar.

Ubicada al lado del hospital Materno, se inauguró en 2012. Es la única que hay en Andalucía, y a ella se unen la casa de Barcelona, Madrid y Valencia. El objetivo que persiguen es alojar a familias con hijos enfermos que tienen que trasladarse a Málaga para el tratamiento. A ella acuden familias de toda la comunidad, sobre todo de la parte oriental como Jaén, Córdoba, Almería y de la zona del Gibraltar, Melilla y norte de Marruecos.

De forma gratuita, estas familias viven en la casa, cerca del hospital para atender mejor a sus hijos y poder hacer una vida alejados del centro sanitario mientras dura el tratamiento. «Aquí pueden mantener una vida más familiar y menos agresiva como es el ambiente de un hospital», comenta el gerente de la casa, Vicente Moros. La casa presta servicios a personas enfermas de hasta 21 años. También acogen a madres embarazadas con gestación de riesgo.

Resalta los vínculos que se crean entre las personas que conviven día a día. «Llegas de fuera y están solos y no conocen a nadie y a la semana de estar aquí tienen un montón de amigos, que son como una familia y se entienden». Por eso, lema es Hogar fuera del hogar.

Vicente Moros entiende el hogar no solo como un lugar donde atienden a padres e hijos. «Para nosotros es una casa donde conviven todas las familias». Cuentan con la ayuda de 40 voluntarios que colaboran con las familias en todo lo que necesiten.

Tiene capacidad para catorce familias que disponen de su propia habitación con baño. En total, en torno a 60-65 personas pueden disfrutar de este servicio. En la planta baja se encuentran los servicios comunes como los cinco módulos de cocinas, donde cada familia tiene su nevera, armarios y comida. «Es una zona donde hay mucha convivencia entre familias, todos cocinan juntos, comen juntos, y se crea ese ambiente más familiar».

La casa cuenta también con un comedor, salones de estar, una biblioteca donde los niños pueden leer y recibir clases en invierno con una profesora de la Junta de Andalucía, una zona de ordenadores, donde hablan con sus familias por videollamada un espacio con juegos, además de una sala de cine. «Muchos de ellos no pueden meterse en un cine porque tienen las defensas muy bajas», afirma Vicente Moros. Además, el gerente cuenta que realizan durante todo el año talleres y actividades dirigidas a los niños como clases de cocina o manualidades.

Otra de las instalaciones de este hogar es un porche, donde las familias disfrutan del aire libre. «A pesar de estar a treinta segundos del hospital, te permite desconectar», explica el gerente.

Para los padres, realizan actividades que «van dirigidas a que desconecten o se relajen en situaciones más tensas». Cuentan con la colaboración de un hotel de Benalmádena que manda una fisioterapéutica, que una vez a la semana hace masaje a los padres.

Todas estas instalaciones se desinfectan semanalmente para evitar cualquier tipo de contagio en los niños y que sea una zona segura. «Intentamos que se cree este ambiente donde los niños se sientan a gusto y estén junto a su familia y olviden momentáneamente la situación que están pasando», explica Moros.

A pesar del motivo por el que las familias se instalan ahí, admite que se respira mucha alegría. «A diferencia del hospital, aquí llega el niño hecho polvo y ve a otros niños jugando y le puede esas ganas de unirse». Aquí, todos entienden por lo que están pasando y el apoyo entre ellos es fundamental para seguir.

Ahora en verano, el hogar está rebosante de actividad ya que es la época en la que los hermanos y el resto de la familia llegan a estar con ellos en esta dura etapa. «Todo está lleno de niños que vienen a estar con su familia».