Conocidas son ya por todos los malagueños, las filtraciones de agua que sufre la Catedral de Málaga debido principalmente, a las numerosas grietas existentes en su cubierta y a un sistema de evacuación de aguas, que por su lentitud termina penetrando en las cúpulas y por lo tanto, calando en la piedra del monumento. Año tras año, estos problemas han provocado el deterioro no sólo de la parte exterior de este emblemático edificio, sino de su propio interior. A ellos, a pesar de que a lo largo de la historia ha sido varias las actuaciones que han pretendido paliarlos sin éxito, se quiere poner fin con el nuevo anteproyecto de cubierta que ha presentado este viernes el Obispado de Málaga.

Tras diez años de las últimas obras que trabajaron sobre estos problemas de filtrado, la situación vuelve a repetirse. Con el propósito de que no vuelva a ocurrir, este proyecto creado por el arquitecto Juan Manuel Sánchez La Chica, construiría un nuevo tejado a dos aguas sobre la actual cubierta con el que se eliminarían las filtraciones, repararía las grietas causadas, así como implantaría un nuevo sistema de evacuación del agua de lluvia mucho más rápido que el actual.

Este diseño vendría a hacer realidad el creado por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1764, quien plateaba un tejado a dos aguas que solucionaría el problema ya por aquel entonces sufría la Catedral.

Como ha explicado Sánchez de La Chica, "la principal patología que sufre y ha sufrido históricamente este templo, han sido las filtraciones de agua que insistentemente deterioran sus bóvedas y muros. La obra que para tal fín se terminó en el año 2009 no sólo resultó ineficaz, sino que se ha convertido en un problema añadido para la correcta conservación del templo". El anteproyecto, el cual fue presentado a las autoridades municipales y regionales este pasado jueves, define una solución completa del sistema de evacuación de aguas pluviales interpretando la solución de cubiertas propuestas por Ventura Rodríguez en tal diseño, pero "introduciendo algunas variaciones para adaptar el proyecto al edificio construido y a la tecnología actual".

Un tejado con cubierta inclinada

El diseño contempla una cubierta inclinada que cubrirá diferentes cúpulas que conforman la nave y la girola, además de una intervención en las cubiertas intermedias y en el sistema de bajantes, así como trabajar en el material que se encuentra en mal estado.

"El agua ha filtrado debajo donde hay una capa de plomo que está fallando en varios puntos. Tras las investigaciones realizadas se ha llegado a la conclusión de que esta no es reparable y que necesita ser sustituida por una cubierta construida con materiales que puedan mantenerse a lo largo del tiempo", explica Sánchez La Chica.

La solución propuesta generará un espacio interior que permitirá la ventilación de las cúpulas con tal cubierta, la cual "asumirá eficazmente las dilataciones debidas a los cambios de temperatura sin producir quiebras en la superficie", afirma el arquitecto de la Catedral.

La estructura del tejado será mixta, de madera laminada de alta densidad y acero, la opción "más ligera y respetuosa" con el proyecto de cubierta original y en el que se utilizarán los materiales que mejor hermanan con la fábrica de la Catedral. Para su creación, se utilizará la última tecnología desarrollada por la industria en este tipo de materiales. La cobertura se realizará de teja cerámicas vidriadas en dos colores miel y crema que "crearán armonía con los edificios históricos que rodean al templo principal de la ciudad".

Utilizando materiales cuyas prestaciones nada tienen que ver con los utilizados en el pasado, su resistencia se implementará con recubrimientos ignífugos y con dispositivos de última generación en la prevención, detección y extinción de incendios.

La parte interior de esta nueva estructura, no sólo permitirá la creación de plataformas para realizar visitas a la cubierta, sino que "permitirá a los visitantes, disfrutar de las vistas de la ciudad", destaca.

El deán, Antonio Aguilera, también presente en la presentación del anteproyecto, ha explicado que "esta intervención supondrá el inicio de la restauración del interior de la Catedral y la eliminación de las redes que actualmente están instaladas e impiden el disfrute de los magníficos techos del principal bien patrimonial de nuestra ciudad".

Este anteproyecto, anticipo del definitivo prevé que las obras de esta nueva estructura durarán unos dos años, tiempo en el según ha explicado el arquitecto, se irá retirando y levantando elementos a la vez que se vaya construyendo la estructura". Ahora este deberá ser presentado a la Consejería de Cultura, quien deberá aprobarlo para que se pongan en marcha los trabajos en la cubierta.