A partir de hoy, una glorieta situada en la zona de calle la Amargura a la altura en que se encuentra el acceso a Monte Calvario en el barrio de la Victoria lleva por nombre 'Padre Manuel Gámez', en honor del este sacerdote. Esta denominación fue tratada en la última Comisión Técnica de Calles y aprobada por decreto el pasado mes de septiembre.

La petición al Ayuntamiento partió de la Hermandad del Monte Calvario y fue unánimemente respaldada por la Agrupación de Cofradías, por entender que la trayectoria cofrade del Padre Gámez le hacen merecedor de esta nominación en un espacio cercano a su hermandad, a la que ha estado vinculado como director espiritual desde su creación.

El padre Gámez es una de las figuras más significativas de la historia tanto cofrade como musical del siglo XX en Málaga. Fue el fundador y director de la Coral Santa María de la Victoria, delegado de Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Málaga y pregonero de la Semana Santa de Málaga en 1980. La vinculación del Padre Gámez con el enclave que a partir de hoy lleva su nombre se remonta a la época de su ingreso en el Seminario de Málaga, en la posguerra. Fue en 1939, cuando entró por primera vez en la Ermita del Monte Calvario. Este espacio, reconstruido gracias a su tesón, junto con la Hermandad de la que es director espiritual, se convirtieron en un proyecto vital y en el lugar desde el cual el Padre Gámez ha impulsado numerosos proyectos. Fue uno de los precursores de la renovación que vivió la Semana Santa de Málaga en los años 70 y 80 del siglo pasado. En ese ambiente de cambio e intensa actividad cofrade se funda la Hermandad del Santo Calvario. Con pautas dadas por él mismo y el entusiasmo de un grupo de jóvenes, realiza una nueva propuesta en el concierto cofradiero malagueño. Esta propuesta está marcada por la seriedad, el silencio y el rigor penitencial, además de una cuidada estética y puesta en escena.

Desde aquella primera procesión de 1979, en la que el padre Gámez vistió el hábito de nazareno de su hermandad como un penitente más, ha sido respaldo espiritual y alma mater de la hermandad.

El perfil cofrade del Padre Gámez no se agota en su hermandad. Ha sido partícipe de la vida de buena parte de las cofradías malagueñas en diferentes ámbitos: predicando en numerosos cultos, siendo pionero en el arte de vestir a imágenes dolorosas de la ciudad o impulsando la presencia en Málaga de artistas andaluces de las distintas disciplinas del arte sacro y cofrade.